Emprender es todo un desafío… sostener ese emprendimiento quizá es un reto aún mayor, porque al principio las incertidumbres son más que las certezas, sin mencionar los miedos tanto desde el punto de vista del rendimiento económico, como la preocupación por satisfacer a los potenciales clientes con un producto acorde a sus gustos y necesidades.
En este contexto, es importante saber dos cosas: que existe un marco legal pensado o concebido con el fin de proteger la “salud” de las empresas y promover el emprendedurismo y –además-, que existe software específico para facilitar todos los procesos y controles. Entre éstos últimos, el software ley contra el fraude fiscal, es tal vez la estrella del rubro por lo que vamos a profundizar un poco el tema a partir de este enfoque.
El tema de los fraudes en general y el fraude fiscal en particular es un asunto delicado. En ese sentido, los sistemas diseñados para la prevención de los mismos (concepto más conocido como “prevención anti fraude”) procuran aportar seguridad y tranquilidad, más que controlar como único cometido.
En los hechos ¿cómo podríamos caracterizar a un programa de prevención antifraude?
Como primera pincelada, destacamos que los programas antifraude están diseñados para actuar en tres dimensiones paralelas: la funcional, la contable y la jurídica. Desde lo técnico, funcionan a partir del desarrollo de herramientas específicas, que son capaces de trabajar en tres fases bien diferenciadas: prevención, detección e investigación. Al principio, uno lee y le parece algo complejo… pero lo cierto es que una vez que se toma conciencia, el uso de estas herramientas de software es un verdadero apoyo para la tarea de quien emprende, sea cual sea la envergadura de su emprendimiento.
¿Estos programas están regulados de algún modo?
Si duda ¡sí! Lo primero a señalar es que desde mediados de 2021 existe la llamada “Ley Antifraude”, que precisamente establece un marco legal que obliga a los desarrolladores de software de gestión, a que estos programas sean diseñados de modo que puedan soportar fluidamente todos los procesos contables de facturación o de gestión, dotándolos de los controles necesarios que detecten cualquier intento de desviación en su operativa. En la jerga del desarrollo informático, este “flow” se conoce como una especie de mantra: “integridad, conservación, legibilidad, trazabilidad, accesibilidad e inalterabilidad de los registros”.
En pocas palabras: puedes tener la certeza que esta ley obliga a los desarrolladores de estas soluciones informáticas a establecer controles que impidan acciones fraudulentas, tales como manipulación o modificación de todo tipo de los datos contables y de gestión.
Por otra parte, es importante difundir que existe otra Ley que también está concebida bajo los mismos propósitos para promover y proteger a quien emprende y se la conoce bajo un nombre algo curioso, pero muy revelador. Detengámonos un poco en ella respondiendo a la pregunta…
¿Qué es la Ley de Crea y Crece?
Su verdadero nombre es “Ley de Creación y Crecimiento Empre” y fue promulgada hace aproximadamente un año. Establece -en palabras simples- un marco legal que favorece la creación de nuevas empresas, otorgando facilidades que estimulan la reducción de trabas administrativas y en definitiva consiguen dinamizar procesos en el tejido empresarial, logrando entre otros propósitos, disminuir la morosidad.
El hecho de que esta ley obliga a adherirse al proceso de facturación electrónica en toda la operativa, hace que los procesos sean más transparentes en todas las direcciones: tanto en las operaciones entre empresarios y profesionales, como con los clientes. Pero quizá el aspecto más seductor, es la simplificación de los trámites para la creación de nuevas empresas lo que evita el desaliento inicial que muchas veces es el causante del informalismo a todo nivel.
Te invitamos a informarte más acerca de estas dos leyes. Todo está pensado para que –como decía nuestro título- te sientas protegido y no dudes en emprender.
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