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¿Has visto alguna vez un pequeño icono que acompaña el nombre de las webs en las pestañas de tu navegador o en el listado de marcadores? Ese diminuto gráfico se llama favicon.
Aunque pueda parecer un simple adorno, el favicon desempeña un papel muy importante para la experiencia de usuario: ayuda a reconocer una página de un vistazo, refuerza la identidad visual de una marca y hace que la navegación sea mucho más intuitiva.
Lo curioso es que, a pesar de su importancia, muchos propietarios de sitios web se olvidan de optimizarlos y aprovechar todo su potencial. En este artículo te daremos las claves para diseñar favicons que reflejen la identidad de tu marca y se vean bien en cualquier dispositivo.
¿Qué es un favicon?
La palabra favicon viene de “favorite icon”. Es un pequeño icono (normalmente de 16 x 16 px. o 32 x 32 px.) que aparece junto al título de la página en las pestañas del navegador, en los marcadores, en los resultados de búsqueda y hasta en la pantalla de inicio de los dispositivos móviles.
El primer favicon apareció en 1999 con el lanzamiento de Internet Explorer 5 que fue el primer navegador en admitirlos. En aquella época, solo se aceptaba un archivo en formato .ico, colocado en el directorio raíz del sitio web. Si el archivo estaba ahí, el navegador lo mostraba automáticamente en la barra de direcciones y en el historial de navegación.
Tiempo después, otros navegadores como Firefox y Chrome siguieron su ejemplo, incorporando compatibilidad con nuevos formatos y tamaños.
En el año 2005 el Consorcio World Wide Web (W3C) decidió estandarizar su uso, recomendando nombrar el archivo como favicon.ico y colocarlo siempre en el directorio raíz del sitio. Años después, en 2011, estas recomendaciones se actualizaron para incluir resoluciones más grandes y nuevos formatos, garantizando así que los favicons se mostraran correctamente en diferentes dispositivos, desde ordenadores hasta smartphones.
¿Por qué incluir un favicon en tu sitio web?
La finalidad del favicon no es solamente estética. Este pequeño icono tiene funciones muy prácticas para los usuarios que visitan tu página web:
Mejoran la usabilidad y experiencia de usuario
Los favicons aparecen en la barra de direcciones, en las listas de marcadores, el historial y los resultados de búsqueda de los navegadores. Son una referencia visual rápida que ayuda a los usuarios a localizar rápidamente una web en un mar de pestañas abiertas o en una larga lista de marcadores guardados.
Refuerzan la identidad visual de la marca
Un favicon bien diseñado hace que la web tenga un aspecto más profesional. Dan a tu marca una identidad única y son un recordatorio sutil, pero constante.
Mejoran el SEO On-page
Si bien los favicons no influyen directamente en el posicionamiento en buscadores, pueden tener beneficios indirectos.
Google y otros motores de búsqueda rastrean tu sitio web y si encuentran un favicon, lo muestran en las SERP o resultados de búsqueda. Este elemento visual puede captar fácilmente la atención de los usuarios y aumentar la tasa de clics (CTR). Un estudio de Search Engine Journal reveló que los sitios web con favicons tienen un porcentaje de apertura ligeramente más alto que aquellos que no los tienen.
Además de aumentar el tráfico orgánico, los favicons también se pueden utilizar como accesos directos de escritorio en el PC o en las pantallas de inicio de los dispositivos móviles, aumentando también el tráfico directo.
Si bien por sí solos no catapultarán tu web a los primeros resultados de búsqueda, combinados con otras prácticas SEO pueden ser un activo valioso.
Directrices para diseñar un buen favicon
La mejor opción para diseñar un buen favicon es contratar a un diseñador gráfico que adapte este elemento a la identidad corporativa de tu marca. Pero si tu presupuesto es limitado, hay herramientas online como Canva o RealFaviconGenerator que pueden ayudarte a crear uno en pocos minutos.
A continuación, te daremos algunos consejos útiles para diseñar un favicon atractivo y profesional.
Tamaño
Los favicons pueden ser de diferentes tamaños. Por ejemplo, el de 16 x 16 px. se utiliza para pestañas del navegador o listas de favoritos, el de 32 x 32 px. para accesos directos de la barra de tareas y el de 96 x 96 px. para accesos directos de escritorio.
Hoy en día los usuarios acceden a las webs desde todo tipo de dispositivos: ordenadores, móviles, tablets o Smart TVs. Por eso, un único favicon puede no verse bien en todas las resoluciones. Lo ideal es generar varias versiones en diferentes tamaños para que el icono se muestre siempre correctamente.
Formato
El formato original de los favicons era .ico., que sigue siendo el más compatible con navegadores antiguos. Pero hoy en día tenemos otros formatos como .PNG o .JPEG que son muy utilizados. Otra opción popular que admiten cada vez más navegadores es .SVG. Los archivos con este formato son ligeros y se adaptan a pantallas de alta resolución sin pérdida de calidad. Esto es importante si queremos optimizar la velocidad de carga y el rendimiento de la web.
Diseño
Los mejores favicons son los más simples. Piensa en la “f” de Facebook, la “w” de Wikipedia o la “g” multicolor de Google: todos son reconocibles incluso a tamaños minúsculos.
Evita los diseños intrincados con textos, texturas o sombreados y opta en su lugar por un diseño minimalista con alto contraste.
Identidad de marca
El favicon debe ser un reflejo fiel de tu identidad corporativa. Idealmente, debe mantener el estilo y la paleta de colores de tu web.
Muchas marcas optan por crear una versión simplificada de su logotipo, como hace Airbnb con su icónica “A”. De esta forma, el favicon no solo refuerza la coherencia visual, sino que también ayuda a que los usuarios reconozcan tu sitio al instante.
¿Cómo incluir el favicon en tu página web?
Algunos gestores de contenidos como WordPress o Shopify permiten añadir la ruta exacta del favicon desde el panel de administración, pero también se puede incluir en el directorio raíz subiendo el archivo de imagen a la carpeta public_html.
A continuación, tenemos que añadir una línea de código HTML a la sección <head> del archivo index HTML. Por ejemplo:
<link rel="icon" href="/favicon.ico" type="image/x-icon">
Este código indica a los navegadores dónde encontrar tu favicon. Debe colocarse preferiblemente antes de cualquier enlace CSS o JavaScript.
En definitiva, los favicons no son simples adornos visuales. Merece la pena dedicarles un poco de atención y optimizarlos, porque pueden marcar la diferencia en el rendimiento de tu web y en la forma en que tu marca se presenta al mundo.






