14 de Febrero

“… Era junio del 2003, el inicio de lo que pensé seria la mejor experiencia de mi vida, mi primer noviazgo, el primer chico que se me declaraba… estaba allí, justo frente a mi, y repitiendo una a una las palabras que siempre quise escuchar: “¿Quieres ser mi novia?”… Entre palabras nerviosas, intentaba decir “si”, mas mi torpe lengua no quería soltar esa sencilla silaba que consta de dos simples letras!, era un momento mágico, lleno de magia, de amor; el sonaba tan sincero, tan enamorado, cada palabra que decía se grabaron en mi mente como una canción… pasaron los días, salíamos a pasear, pasábamos mucho tiempo juntos, yo le contaba de mi vida, y el de la suya, mis manos temblaban de nervios al tenerle tan cerca de mi… El día llego, un tan esperado pero a la vez inesperado di llego, el se acercaba a mi, me tomo de la mano, me abrazo, y yo solo cerré los ojos de vergüenza que tenia, un solo, un único y corto, pero tierno y amoroso beso me hechizo, me sentía tan enamorada de el, estaba tan contenta de tenerle conmigo, el era tan respetuoso, tan cortés, tan lindo con mi persona que pedía a Dios cada día por que no lo alejara de mi, por que el fuera esa persona que El tenía preparada para mi… Pasaron los meses, el tuvo que trabajar, yo tenia que seguir estudiando. Era casi fin de año, octubre-noviembre del mismo año, los preparativos para mi graduación estaban casi listos, ya tenía las invitaciones para la fiesta, y por supuesto que tenía la de él, lista para entregar; lamentablemente esa tarde no nos vimos, el destino impidió nuestro encuentro, y yo no hice nada para remediarlo… El año siguiente, y después de tanto tiempo sin verle, sin saber de el, la costumbre se apoderó de mi, me sentía muy bien, feliz, contenta, con mi familia, con mis amigos, más sentía que algo me hacia falta, algo dejaba atrás, y eso lo debía recuperar… Un día, me decidí a buscarle en la casa, llegue, y para mi sorpresa nadie estaba en ella… Caminaba a casa cuando de pronto me encontré con uno de sus tíos, el iba en su carro hacia su casa, me saluda y entonces le pregunto: ¿y como esta…? una pregunta que no debí hacer, cuya respuesta me rompió el corazón, el se había ido, sin palabra alguna, sin terminar nuestra relación, la que yo considere bella, el se fue, se esfumo de mi vida levando consigo mi corazón, mis sentimiento. Entonces comencé a recordar, aquella fiesta en su casa, la chica vestida de blanco, la supuesta comunión de una sobrina, el gran cariño que profesaba a sus primos; caí en cuenta que fui un juguete, una historia mas en su vida, talvez estaba casado y nunca me di cuenta, se fue para los United States llevando mi corazón en su maleta… Era un 14 de febrero…”

 

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Author: admin

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