Alvaro Colom Asesino o Victima – declaracion de Rodrigo Rosemberg
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Que casos son los que nos toca ver a la juventud en la personas inescrupulosas asesinan por mantener un espacio en las mal llamadas élites sociales que lo único que hay es suciedad, amargura y corrupción y creo que no debemos de pasar inadvertidos las declaraciones que un abogado guatemalteco hace ante su inminente sentencia de muerte.
Atrevas del presente reportaje quiero traer la transcripción completa de lo que contiene el vídeo que el abogado Rodrigo Rosemberg realiza en momentos que este sabia que era inminente su muerte, espero que este sirva para hacer un análisis imparcial sin favorecer o condenar sino simplemente conocer la verdad delo que contiene esta declaración y lograr entender las posiciones que en la actualidad pueden tomar los diferentes autores
Espero que sirva esta transcripción para una mejor interpretación y sin mas ni mas dice:
Si está leyendo esto es porque fui asesinado por el señor Presidente
Lea el escrito que dejó el abogado, acribillado a balazos el domingo, responsabiliza de su asesinato al presidente Álvaro Colom, su esposa Sandra de Colom, el secretario privado Gustavo Alejos, así como a Gregorio Valdez y los directivos José Ángel López, Fernando Peña y Gerardo De León.
Dice como palabras introductorias la noticia que circula a nivel mundial y esta continua diciendo:
Buenas tardes, mi nombre es Rodrigo Rosenberg Marzano. Lamentablemente, si usted está en este momento viendo o leyendo este mensaje es porque fui asesinado por el señor presidente Álvaro Colom, con la ayuda de don Gustavo Alejos y del señor Gregorio Val-dez.
La razón del porqué estoy muerto al momento de que ustedes vean este mensaje es única y exclusivamente porque hasta el último momento fui abogado del señor Khalil Musa y su hija Marjorie Musa, los cuales fueron cobardemente asesinados por el señor presi-dente Álvaro Colom, con el consentimiento previo de su esposa Sandra de Colom y con la ayuda de Gregorio Valdez y Gustavo Ale-jos.
La historia, al final, es una historia como la que hemos vivido demasiado en Guatemala. Es la misma historia que hemos estado oyen-do y repitiendo en los últimos años. Los guatemaltecos seguimos sin hacer nada porque ya no hay qué hacer, porque no podemos hacer nada porque yo qué puedo hacer. Pero tenemos que hacer algo, tenemos que hacer algo, y la única razón y forma de hacer al-go es, finalmente, decir lo que todos sabemos. Puedo hablar en esta oportunidad, que todos estamos enterados de cuando asesinan a alguien más, cuando la señora en carretera a Vista Hermosa, el muchacho que salió de la universidad…, pero en mi caso, tengo co-nocimiento directo, tengo los documentos que demuestran cómo el cobarde y asesino de Gustavo Alejos, ayudado por Gregorio Val-dez, con el pleno consentimiento y conocimiento de causa de Álvaro Colom y su esposa, Sandra de Colom, se acercan a un guate-malteco correcto, un guatemalteco que ha hecho todo su dinero en base a trabajo e invirtiendo en Guatemala y, además, enseñándo-le a sus hijas a trabajar e invertir en este país.
Hay un pariente político del señor Khalil Musa, que lamentablemente era amigo de Gustavo Alejos. A través de él, ese hombre llega con don Khalil y le dice: Don Khalil, tomando en cuenta que usted es caficultor y que hay problemas en Anacafé, ¿usted quisiera ayu-dar? (Él) dice sí, con mucho gusto.
(Responde el interrmediario) Bueno, perfecto, pero para que usted ayude necesitamos que acepte dos directivas: la de Anacafe y la de Banrural. Don Khalil platica conmigo en ese momento, estamos hablando de diciembre del año pasado; lo platica conmigo y yo le digo mire don Khalil, verdaderamente yo no creo que sea una buena idea, porque nada que venga de este gobierno, ni nada que venga que de ellos puede tener alguna razón de ser.
(Responde el señor Khalil) A mí Banrural no me importa, ni me interesa, pero a Anacafé si quisiera ayudarlo.
En enero, don Khalil Musa le envía una carta a Gustavo Alejos, de la cual nosotros tenemos copia, donde él le dice: le estoy acompa-ñando mi Cédula de Vecindad, para que usted proceda con los nombramientos que usted me solicitó a mí, si se puede, sino, no tenga ninguna pena.
Sucede eso, en enero de 2009, y en marzo el nombramiento sale, y nunca se lo entregan a don Khalil, pero lo firma el títere que te-nemos como Presidente, y lo citan José Ángel López, Fernando Peña y el cobarde de Gerardo De León a un restaurante de la zona 10, y le dicen a don Khalil: mire don Khalil, por favor, sabe qué, no acepte ese nombramiento, no se meta ahí porque hay muchos problemas en esa cuestión y no vale la pena; usted es hombre de bien, y no debe meterse en eso.
Don Khalil, que era un hombre correcto, dice: miren señores, yo no voy a pedirle al Presidente que me cancele un nombramiento que no pedí, si los que están en el Gobierno son ustedes; si ese es su sentir, háganselo saber al Presidente y que el Presidente cancele mi nombramiento. Yo ni siquiera he tomado cargo, no tengo ningún interés en hacerlo.
Habla directamente con Gustavo Alejos. Gustavo Alejos le asegura que no hay problema; le dice que lo espere, que es por el bien de Guatemala, que están tratando de hacer algo distinto, (que) están tratando de que Guatemala cambie, que gente como él puede cola-borar. Y un hombre de bien (como él) cae en el engaño de este asesino, y termina en medio de una lucha de poderes entre ladrones, que no era de él (la lucha). En el ínterin de que firman el nombramiento de él (del señor Khalil), lo retienen Gustavo Alejos, Gregorio Valdez, Álvaro Colom y Sandra de Colom, y se ponen a discutir con la gente de Banrural que sino se ponen de acuerdo en la forma de cómo se están distribuyendo los negocios, van a tener que dejar que un hombre de bien llegue a la Directiva de Banrural, que hoy por hoy está manejada a su sabor y antojo por el gerente de Banrural.
Entonces, la estrategia del señor presidente y su esposa, y de Gustavo Alejos y de Gregorio Valdez es llegar con Peña y José Ángel López, y les dicen: señores, nosotros nos vamos a encargar del problema, pero nos tenemos que poner de acuerdo, porque yo no voy a tomar el problema en sí, ni voy a resolver el problema si no tengo ningún beneficio. Y así es como se llega a un acuerdo en esa cueva de ladrones que es Banrural, que lo sabemos todos los guatemaltecos, que todos sabemos que allí se financian todos los pro-yectos de la esposa del Presidente, que son fantasmas, para su campaña política; que todos sabemos que está haciendo. Allí (en Banrural) se financian todas las empresas fantasmas donde se lava todo el dinero que Gustavo Alejos y Gregorio Valdez llevan, (algo) que también todos los sabemos. También sabemos que allí se financian todos los proyectos donde resultan socios Gustavo Alejos, el Presidente, su esposa, que también todos los guatemaltecos lo sabemos, pero hemos caído en una Guatemala que ya no es de no-sotros, una Guatemala que es de los narcos, de los asesinos y de los ladrones. Sólo volteamos a ver para otro lado; no hay un ban-quero serio, un banquero correcto en este país que no sepa de la pobredumbre de Banrural. Banrural es el banco más grande de Guatemala, y nadie hace nada, porque qué vamos a poder hacer. No hacer nada quiere decir que un hombre como Khalil Musa y su hija, Marjorie Musa, son asesinados porque dejaron de ser útiles en una negociación entre ladrones, en una negociación (en la) que ellos no pidieron participar, en una disputa de ladrones y asesinos que no era la de ellos, resulta que son asesinados.
Don Khalil Musa llegaba a su fábrica todos los días a las siete menos cuarto de la mañana, con su mujer, solo, en el carro. Y todos los días, de los últimos 10 años, su hija Marjorie Musa lo llevaba a almorzar a su casa y lo iba a dejar a su casa todos los días. Para disfrazar el hecho de que no era una cosa personal contra don Khalil Musa, se supone que hay que matarla a ella también; entonces, no hay que matarlo cuando él va solo, sino que hay que matarlo cuando salga a la una menos diez de la tarde, que es la misma hora a que salía siempre. A esa hora hay que matarlos, para que muera también ella, para que puedan decir es algo de la fábrica, como sale diciendo Gustavo Alejos en el mismo momento.
Hay una cosa que siempre oímos: que hay un complot en contra del Gobierno, que es una hipótesis; eso no tiene nada de hipótesis; están las pruebas, los documentos, las declaraciones; el yerno de don Khalil Musa cuando le habla a Gustavo Alejos para informarle que acaban de matar a la mamá de sus hijas, le dice: la mataron por culpa tuya. Él (Alejos), que le solicitó a don Khalil la colaboración para el pueblo de Guatemala; no obstante eso, asesinan como perros a dos guatemaltecos, una mamá que deja dos niñas, de 13 y 9 años, a una persona que sólo prefiere trabajar en su fábrica, que no tenía ninguna aspiración política, que no tenía ningún interés en los negocios de esos ladrones que nos están hundiendo a toda Guatemala. Y los asesinan como un perro, y haciendo alarde de la falta de vergüenza, de humanidad, de nivel en que han caído estos ladrones y asesinos, Gustavo Alejos sale inmediatamente diciendo que (el asesinato de los Musa) es un problema de la fábrica, es un problema de los trabajadores porque despidieron gente; entonces, por el despido, a él lo matan. (Alejos argumenta que) tenemos un video donde se hace ver que las motos que los asesinan, son motos de la fábrica, y se lo va a decir a la iniciativa privada, y se lo va a decir al público en general, sin saber que en esta oportunidad, no porque tenga complejos de héroe, no porque algún deseo de morirme; tengo cuatro divinos hijos, tengo el mejor hermano que la vida me pudo haber dado, tengo maravillosos amigos, he vivido en Guatemala y he trabajado toda mi vida aquí, porque es mi país. No tengo o no tenía ningún deseo de morir por nada, pero llegó el momento en que los guatemaltecos no podemos seguir igual. Llega el momento donde hay que pararse ante un ladrón, asesino y cobarde, como es el actual Presidente que tenemos, con todos los com-pinches y ladrones que tiene, que nos están saqueando, que están acabando al país, en medio de la peor ola de violencia, sin que ninguno de los guatemaltecos, que estamos acosados por esa violencia, hagamos nada.
Todo el mundo espera que alguien más haga. Señores, ya llegó el momento, y lo último que hubiera querido en la vida yo, es dar este mensaje, sabiendo que si lo están viendo, estoy muerto. Mis hijos no van a ser mejores con esto (su muerte), pero espero que Guate-mala, sí. Espero que mi muerte sirva para empezar un nuevo camino, para que la gente se rebele.
El señor vicepresidente Rafael Espada no es ni ladrón ni asesino, entonces, que no actué como tal. Él tiene que empezar pidiéndole la renuncia y metiendo a la cárcel a todos estos desgraciados, porque no se busca venganza, la venganza nos convierte como ellos; se busca justicia. Estos documentos, tengo un documento escrito, que voy a entregar a distintos medios, porque quiero, si en determina-do momento se toma la genial medida de matarme, como ya me lo dijeron directamente.
¿Qué ha sucedido en todo esto? Cuando Gustavo Alejos y el Presidente empiezan a armar la mentira de por qué habían matado a don Khalil y a su hija, Marjorie Musa, yo me tomo la molestia de llegar con los mismos señores que lo habían citado, y les enseño: el video salió de las fábricas, donde no se ven ningunas placas ni ningunas motos; las cartas donde don Khalil le está mandando su cé-dula a este desgraciado, ladrón y asesino, que es Gustavo Alejos, para decirle que cumpliendo con lo que él le solicitó, si él quiere que lo ayude con mucho gusto va a ayudarlo.
Después don Khalil empezó a recibir amenazas, pero como era un hombre que era incapaz de tener esa maldad que tienen estos desgraciados, nunca entendió que estaba tratando con asesinos y ladrones, y por eso es que lo matan a él y a su hija.
Entonces, Gustavo Alejos, el Presidente de la República y su flamante esposa salen con la idea de decir en la fábrica, pero cuando se topan con esta realidad, donde el abogado de ellos tiene los documentos, sabe de lo que está hablando y se los enseña, no les queda más que cambiar la versión. Tienen la desfachatez y la falta de humanidad, que no contentos de haber matado como perros a esos dos magníficos guatemaltecos, van con la familia y dicen que, lamentablemente, sí los mataron por la designación en Banrural, pero saber que habrá allá adentro…
Pero si el máximo socio de Banrural es el Estado de Guatemala, el Presidente de la República tiene la obligación, porque no es cual-quier otro guatemalteco, de denunciar ese hecho. El payaso del secretario privado de la Presidencia (Gustavo Alejos), con el narcotra-ficante que es Gregorio Valdez, lo único que tenían que hacer era llegar con la familia y decirles, saben qué señores: lamentablemen-te lo mataron, vamos a ver qué podemos hacer. Pero no, decirle a todo como que él había llegado a pedir el puesto, como que estu-viera pidiendo algo que le interesara, cuando nunca fue así la situación. Cuando yo empiezo en mi tarea, repito, sin ninguna intención de ser héroe, no nací para se héroe, lo que sí, no nací es para ser un guatemalteco que está viendo que están acabando con Guate-mala los narcotraficantes, empezando por Álvaro Colom y su esposa. Todos los guatemaltecos somos correctos, somos mucho más que ellos, sabemos el atajo de ladrones que son todos ellos, y nos quedamos callados, ahora son ladrones y asesinos, y nos segui-mos quedando callados, ahora son narcotraficantes y seguimos en la misma situación. Cómo voy a poder llegar un día con mis hijos, cuando maten a uno de mis hijos, y decirles no pude hacer nada. Eso me obliga a mi a enfrentarme con el Presidente, con Gustavo Alejos, con Gregorio Valdez y con la Directiva de Banrural.
Si estoy muerto, si usted está viendo y oyendo este mensaje, es porque ya me mataron.
Lo que yo no creo, y ya me dijeron, además, es que Gustavo Alejos me advirtió que si yo seguía en este proceso de decir lo que había pasado con Khalil Musa y su hija Marjorie Musa, él se iba a encargar de que yo no siguiera hablando. Gregorio Valdez me dijo exactamente lo mismo, y así fue… Ahora, la pregunta es ¿qué vamos a hacer los guatemaltecos? Yo qué seré: voy a convertirme en otra estadística igual que don Khalil Musa y doña Marjorie.
Lo único que importa es qué vamos a hacer. Señores, tenemos que hacer, tenemos que exigirle a una gente como el vicepresidente Rafael Espada que se ponga los pantalones y que le pida la renuncia a ese ladrón y asesino, que no hace nada más que hundir a Guatemala, que se apoye en los guatemaltecos: en el presidente de la Cámara de Comercio, en el presidente de la Cámara de Indus-tria, y en los presidente de las demás cámaras, que son gentes honorables, para que no permitan que se sigan haciendo esto, para que metamos a la cárcel a todos estos desgraciados, con la única intención de que el próximo que venga sepa que no nos puede ro-bar, que no nos puede matar, que pueden acabar a Guatemala, que ya no tiene recursos, y que en eso los guatemaltecos no vamos a hacer nada.
Tenemos que rescatar a nuestra Guatemala, y si lamentablemente, yo no voy a poder estar con mis hijos, como resultado de esta lu-cha, que alguien más me siga, pero no para que lo maten. Nos van a poder matar, a cuántos, a 10 a 20 de nosotros, pero va a haber un momento que les va a tocar a ello, no que los matemos, esto, además, sería fácil, sería lo mejor que les podría pasar a ellos, tienen que estar presos, tiene que haber un ejemplo para el próximo Presidente de este país, sea quién sea. No podemos permitir que Gua-temala siga cayendo en manos de esta gente, es nuestro país, nos pertenece a nosotros, no a los ladrones, asesinos y a los narcos.
Guatemala no es de ellos, no se la sigamos entregando.
Dejo mi testimonio por escrito, tengo los originales y todos los estoy firmando, para que no digan como en otras cosas que esto es un complot. Señores, de lo que hablamos hoy, no son suposiciones, no son planes donde la inteligencia, no, no, no. Es tan fácil y es tan claro, como simple y sencillamente un asesino, un ladrón, como lo es el presidente Álvaro Colom, su esposa, Gustavo Alejos, Grego-rio Valdez y los basura, porque José Ángel López se podrá esconder diciendo que no puede hacer nada, para parar a Fernando Pe-ña, pero Banrural es su responsabilidad, igual participa en los negocios. Cómo es posible que Gregorio Valdez llegue y le entregue un millón de dólares al hijo de Álvaro Colom para que produzca un disco o que Gustavo Alejos se vaya de viaje y gaste 100 mil dólares en relojes, que compre siete fincas. Que el mayor constructor de carreteras hoy por hoy es el narco. Él limpia dinero de los narcos, que es Gregorio Valdez, y todos sabemos y no pasa nada.
Señores, mi muerte tiene nombre y apellido. Ellos podrán tratar de manchar el nombre de Khalil Musa, el de Marjorie Musa e inventar lo que quieran inventar. La única realidad que cuenta es, si ustedes vieron o leyeron este mensaje, es porque a mi me asesinó Álvaro Colom, Sandra de Colom, con la ayuda de Gustavo Alejos, Gregorio Valdez, Fernando Peña, el cobarde de Gerardo de León.
Guatemaltecos, estamos a tiempo, por favor, estamos a tiempo…
Buenas tardes…
Despues de leer juzgue por usted mismo………………………………….