Daría mi vida por secar tus lágrimas, vendería mi alma por verte sonreír, porque mi único dolor es tu pena y mi única ambición es verte feliz.
Me miraste y me conquistaste, me besaste y me enamoraste, por favor no me dejes jamás o mi corazón se desplomará con tanta fuerza que no se volverá a enamorar.
Tengo envidia de la brisa que roza tu cuerpo, tengo envidia del agua que moja tus labios, y hasta tengo envidia de ti que me quitas el sueño.