Atentados del 11-S: ¿Quién se cree aún la versión oficial?

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Los lectores de los diarios franceses podrían creer que la versión oficial de los atentados del 11 de Septiembre de 2001 ya no suscita ninguna duda. Después de una violenta polémica en la primavera de 2001 sobre la investigación realizada por Thierry Meyssan, parece que todo está claro. Pero en otras partes del mundo, las cuestiones planteadas por el libro La Gran Impostura y luego por El Pentagate merecen cientos de artículos de prensa y numerosas emisiones de televisión y radio. Lectores y periodistas se preguntan en América Latina, Europa, Asia, Rusia, Zagreb, Oriente Medio… Revista de prensa internacional

Los primeros artículos sobre La Gran Impostura no se publicaron en periódicos franceses. Cuando el libro comenzaba a exhibirse en las librerías francesas y sin que Thierry Meyssan hubiera aparecido todavía en ninguna televisión, un diario chileno y otro húngaro señalaron con interés su investigación sobre el 11 de Septiembre . Más tarde, Le Monde y Libération publicaron páginas enteras para denunciarlo, después de que, el 16 de Marzo, el autor pasase por el plató de Thierry Ardisson (France 2). La posición de los dos diarios, que lo acusan de «mentira» y de «revisionismo» fue recogida en bloque por la prensa francesa. Pero en el extranjero, numerosos periódicos subrayaron la pertinencia de las cuestiones planteadas por la investigación.

En Argentina, Página 12 explicaba que Thierry Meyssan ponía en duda «a justo título» la versión oficial, cuyas «contradicciones y silencios son numerosos» En Suiza, Le Courrier considera La Gran Impostura como un libro «escrito de manera clara, documentada» en el que «la coherencia del conjunto no tiene fallos, la maquinación se desmonta de manera convincente .» En China y en Rusia, la investigación suscitó un vivísimo interés. En los Balcanes, el libro fue particularmente bien acogido y su primera traducción se hizo al esloveno. El libro se publicó, por otra parte, en treinta y cinco episodios, en dos periódicos yugoslavos: Polítika y Draganic.

En Canadá, se desató una violenta polémica, oponiendo defensores de la versión oficial y personalidades críticas. El diario Le Soleil publicó un largo artículo del profesor Omar Aktuf: «Les ofrezco a su reflexión los puntos inquietantes subrayados por Thierry Meyssan […] en su libro más que polémico La Gran Impostura del 11 de Septiembre. Por toda respuesta, hemos tenido derecho a la simple negación de sus declaraciones y argumentos… además de amenazas e insultos hacia su persona. Antes de rechazar en bloque sus revelaciones (¡que sin embargo ha elaborado a partir de declaraciones y documentos oficiales americanos!), preguntémonos si tenemos las respuestas a las preguntas que plantea, y si es asi, qué esperamos para darlas…»

Apoyo de la prensa en los países musulmanes

En la prensa árabe aparecieron cientos de artículos. El diario saudita Al Watan le dedicó su primera página. El 8 de Abril, Thierry Meyssan pronunció una conferencia ante los diplomáticos de la Liga Árabe en el recinto del prestigioso Centro Zayed, en Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos). Mohammed Khalifa, director del Centro Zayed, presentó al autor de la Gran Impostura en estos términos: «Estamos felices de recibir hoy entre nosotros a uno de los hijos de Francia. Francia, que representa uno de los símbolos de la civilización y de la defensa del derecho en la historia contemporánea. Cuando flaquean los valores del mundo, vacilan sus referencias y se multiplican sus temores, solamente los pueblos que poseen el espíritu de la historia, el prolongamiento de la civilización, pueden encender luces para alumbrar el camino. Esto es lo que pensamos de Francia. […] Thierry Meyssan posee el punto de vista de un periodista de investigación, de un pensador: un punto de vista independiente sobre los acontecimientos y las orientaciones políticas mundiales. »

La conferencia fue cubierta por la prensa de la región, así como por el Financial Times. El diario británico informaba detalladamente y sin ningún comentario sobre las cuestiones planteadas por el autor en relación con la inverosimilitud de la versión oficial, haciéndose eco del llamamiento de Thierry Meyssan para «la creación de una comisión de investigación de la ONU sobre los sucesos del 11 de Septiembre y la identificación de sus autores». El Centro Zayed publicó el texto de la conferencia en forma de libro y más tarde una traducción en árabe de La Gran Impostura, que difundió entre los responsables políticos de Oriente Medio. El 25 de Junio, Abdul Rehman ben Hamad Al Attiyah, secretario general del Consejo de Cooperación del Golfo felicitó públicamente al Centro Fayed por la publicación en árabe de la obra, que «responde a una necesidad, histórica y cultural, de un diálogo constructivo, más allá de los diferentes puntos de vista y escuelas de pensamiento ». El 9 de Agosto, Marwan Moasher, ministro jordano de asuntos exteriores, agradeció a su vez al Centro Zayed la traducción del libro.

La Associated Press informó del éxito del desplazamiento de Thierry Meyssan a Marruecos, donde había ido a presentar su libro: «Invitado por la casi totalidad de los medios audiovisuales marroquíes, incluso por las cadenas públicas, Thierry Meyssan se desplazó a las grandes ciudades del Reino (Casablanca, Rabat, Marrakech, Tánger) […] Su paso ha provocado verdaderos atascos en las grandes librerías marroquíes, de las que algunas, como Livres-service de Rabat, consagraron la totalidad de su escaparate a este “libro-acontecimiento”, del que ya se habían vendido más de 200.000 ejemplares en Francia y estaba en curso de traducción a 18 idiomas».

El diario marroquí Libération expresaba respecto a Thierry Meyssan exactamente lo contrario que su homónimo francés: «Algunos llegarán hasta calificarlo de negacionista, aun cuando la Historia de aquellos espantosos acontecimientos todavía no haya sido escrita. Ni por los historiadores, ni aún menos por periodistas, que han abdicado totalmente de su espíritu crítico. Porque, en toda esta historia, el problema no es Thierry Meyssan, quien está lejos de ser el iluminado que nos presentan desde hace meses, sino el de la suficiencia de los medios de comunicación». En Túnez, el semanario Réalités también acusaba a la prensa francesa de falta de espíritu crítico y observaba que el autor «se ha convertido en blanco de las críticas de decenas de periodistas, que si no son “honestos”, al menos son políticamente correctos y que sobre todo dan lecciones de profesionalismo y de deontología, cuando muchos de ellos no son un modelo de estas virtudes».

En Pakistán, Dawn, que seguía el asunto con atención, presentaba la Red Voltaire en estos términos: «El Réseau Voltaire fue creado con ocasión del aniversario del filósofo francés del siglo XVIII, Voltaire, que defendió sus convicciones hasta el punto de sufrir encarcelamiento antes que abandonar sus ideas que no eran siempre del gusto de los gobiernos y de las instituciones literarias de su tiempo».

Recibido por las autoridades de Irán la semana que precedía el aniversario del 11 de Septiembre, Thierry Meyssan aportó nuevos elementos sobre los atentados y abogó para que las relaciones internacionales tomaran un carácter laico frente al proyecto estadounidense de guerra de las civilizaciones. El diario Kayhan publicó una larga entrevista con el autor y saludó la valentía del intelectual francés.

La prensa anglófona denuncia «el insulto hecho a las víctimas»

A principios de Abril, el libro comenzó a ser anunciado y criticado por la prensa anglófona. Los primeros artículos fueron publicados el 1° de Abril en el Reino Unido por The Guardian y The Scotsman. Después de haber informado de las violentas críticas proferidas por la prensa francesa contra el libro, The Guardian concluyó: «Le Monde admite que las informaciones hechas públicas por Washington son poco coherentes».

Al día siguiente, el FBI declaró a propósito de La Gran Impostura que «el hecho mismo de sugerir que el vuelo AA77 no se había estrellado contra el Pentágono el 11 de Septiembre es el último insulto hecho a la memoria de los 59 hombres, mujeres y niños del vuelo AA77 y de los 125 sacrificados militares y civiles que trabajaban en el Pentágono y que han sido despiadadamente asesinados por los terroristas el 11 de Septiembre».

Pero la declaración del FBI no impidió que circulara la información. El mismo día, una larga noticia de la agencia Reuters, recogida particularmente por la BBC y The Daily Telegraph, se hizo eco de la polémica suscitada por el libro [25]. En los días siguientes, se publicaron numerosos artículos, tanto en Europa como en otros continentes (Noruega, Turquía, Italia, Alemania, Australia, Estados Unidos, etc.).

El Ministerio de la Defensa de los Estados Unidos intentó calmar el juego invocando nuevamente la memoria de las víctimas. Interrogado durante una conferencia de prensa sobre la información según la que ningún avión habría chocado contra el Pentágono, la asistente del Ministro de la Defensa, Victoria Clarke, respondió que «el mismo hecho de sugerir ésto resultaba grotesco. Y, finalmente, es simplemente un increíble insulto a los amigos, a los parientes, a los miembros de las familias de más de 200 personas que aquí fueron muertas el 11 de Septiembre y a las miles que murieron en Nueva York. »

Al final de Abril, un artículo recogido por una importante red de diarios regionales estadounidenses explicaba que el libro no era lógico, informando al mismo tiempo sobre numerosos detalles sorprendentes, a los que el gobierno Bush no daba ninguna respuesta. El artículo comienza con estas palabras: «Si Ustedes pueden creer que el gobierno americano ha planificado el atentado del 11 de Septiembre contra el Pentágono, que un cohete y no un avión ha explotado contra la fachada, y que el presidente Bush había sido informado sobre el primer ataque contra Nueva York, pero que él no alertó a nadie, entonces les va a gustar The Big Lie [el título inglés de La Gran Impostura] ».

El 20 de Mayo, la revista estadounidense Time, en su edición mundial, consagró una página entera al libro. Al día siguiente, el diario británico The Times le concedía también un artículo. Al día siguiente, le tocó al New York Times publicar un largo artículo anunciando en la primera página el éxito del libro: «¿Es ésto un síntoma del antiamericanismo latente? ¿Es el reflejo de la poca confianza de la opinión francesa en su gobierno y en su prensa? ¿O el amor de los franceses a la lógica ha sido atraído por la aparente lógica cartesiana de esta teoría? ». Este texto fue recogido por los periódicos ligados al célebre diario de Nueva York y por el International Herald Tribune.

El 25 de Junio, durante una conferencia de prensa en el Pentágono, la asistente del Ministro de la Defensa, Victoria Clarke, amenazaba a los medios de comunicación que quisieran continuar hablando de la investigación «repugnante» de Thierry Meyssan: «No es discutible, no hay ningún género de dudas sobre lo que sucedió aquel día. Y pienso que es inaceptable que alguien pueda intentar difundir este tipo de engaño. Pienso igualmente que es inaceptable que alguien otorgue a este tipo de persona cualquier forma de publicidad».

Pero el libro fue objeto aún de un artículo en CNN el 26 de Abril. Al día siguiente, la agencia Associated Press publicó también una entrevista con el autor. Al día siguiente, R. Emmett Tyrrell jr. Escribía en el diario conservador The Washington Times: «Tengo un libro perfecto para la senadora Hillary Rodham Clinton». El autor del artículo que también es jefe de redacción de The American Spectator y editorialista del New York Sun, piensa que la antigua primera dama de los Estados Unidos encontrará en la obra de quien él califica de «nuevo Jean-Paul Sartre»paralelismos con su propia posición.

La polémica continuó durante el verano. El 3 de Julio, Los Angeles Times evocó el libro en términos particularmente virulentos. En Agosto, la difusión de The Big Lie y del Pentagate en los Estados Unidos es objeto de un pulso entre el editor y las librerías que se negaban a venderlos. Después de una controversia con la librería en línea Amazon.com, ésta aceptó finalmente difundir las obras. En su presentación de The Big Lie, insistía sobre el hecho de que se trataba de la «versión inglesa no censurada». Las agencias France Press y Reuters, el diario popular británico Daily Record y otros más anunciaron la salida del libro en inglés.

Una campaña de prensa sobre el antisemitismo

El 7 de Mayo, una gran campaña de prensa contra la Francia “antisemita” fue desatada por el American Jewish Congress (AJC), que compara la situación actual a la de 1942. «En 1942, la muchedumbre gritaba “Heil Hitler”, en 2002 “Viva Ben Laden». «Hoy, informa el diario Le Monde, para el AJC, La Gran Impostura […] ha sustituido al libro-programa nazi». El antiguo alcalde de Nueva York, Edward I. Koch, terminaba sus emisiones semanales en la radio con una declaración de guerra inspirada en Caton: «Omni Galia delenda est» (Toda la Galia debe ser destruída).

Esta campaña continuó en las páginas del Washington Post, en el que un editorialista difamaba violentamente a Thierry Meyssan quien, según él, «repite las teorías sobre los judíos que habían sido avisados para que se alejaran del World Trade Center». Al gran diario le importa poco que Thierry Meyssan no haya escrito jamás la menor línea ni declaración en este sentido.

En Francia, la polémica ya había empezado en el mes de Marzo. En una entrevista acordada con la edición digital del Nouvel Observateur, Gerard Miller explicaba lo que se debía pensar de un libro que él no había leído: «Yo no he leído el libro en cuestión, he oído los ecos que ha dado la prensa […] Este libro participa en lo que se podría llamar el nuevo Oscurantismo, que está activo principalmente a través del Internet. […] Es exactamente lo que pasa con el negacionismo». Al día siguiente, un editorial del diario Le Monde afirmaba: «Sí, un avión se ha estrellado efectivamente contra el Pentágono» y desecha a priori todo elemento que pueda ir en sentido contrario: «Esta tesis no debería ser tomada como una simple hipótesis entre otras: ella es simplemente revisionista». Le Nouvel Observateur publicaba una entrevista de Pascal Bruckner que empleaba el término «revisionismo». «En lo que se refiere a la tesis de Thierry Meyssan, decía el filósofo, personalmente la encuentro repugnante». Algunos días más tarde, Pierre Marcelle insistía en Libération y denunciaba «la tesis repugnante de Meyssan» a quien comparaba a Faurisson. «Bajo su presidencia, lo que había sido el Réseau Voltaire se parece cada vez más al Viejo Topo después de que Faurisson lo hubiera copado. […] No vamos a refutar a Meyssan. Cierta ley de la oferta y la demanda hace que no se refute a Meyssan, como tampoco se refuta a Faurisson». En Le Figaro, Alain Finkielkraut analiza: «Thierry Meyssan hace negacionismo en tiempo real».

Mientras que en los Estados Unidos la población no podía leer los libros y que en Francia la televisión estaba obligada al silencio, a petición expresa de un miembro del CSA, en otras partes el asunto hace mucho ruido. De Al-Jazira a Arab News Network, pasando por Sahar y Abu Dhabi, grandes cadenas de televisión árabes programaron emisiones en las que Thierry Meyssan era el invitado estrella. El autor debatía con responsables políticos de primer orden que compartían a menudo su posición: el rechazo de la guerra de las civilizaciones y la necesidad de construir relaciones internacionales basadas en el derecho y no en la religión. Al dedicar también una emisión al autor de La Gran Impostura y del Pentagate, CNN le ataca al contrario con extrema violencia y le acusa de antiamericanismo.

Del mismo modo, la actitud muy agresiva de la prensa francesa contrasta con la de otros países europeos. Demandado ante los tribunales de justicia por difamación, como otros once periódicos franceses, por Thierry Meyssan, el seminario francés Paris Match anunció en un editorial firmado por su director de redacción, Alain Genestar, que «se compromete a publicar las actas del proceso y a difundirlas a través de los grandes medios de comunicación internacionales». Inmediatamente, su equivalente suizo, L’Illustré, consagró dos páginas enteras al «periodista francés Thierry Meyssan [que] no ha creído mucho tiempo en la versión oficial de los atentados del 11 de Septiembre. Después de publicar esta primavera La Gran Impostura, y a pesar de las críticas desencadenadas contra él, persiste y firma El Pentagate».

En los países donde el primer libro ya había aparecido, despertó un importante interés popular y se situó entre los diez libros más vendidos (ver la lista de las traducciones en el sitio www.effroyable-imposture.net).

La prensa en español

En los Estados Unidos, la prensa anglófona denunciaba un libro del que sin embargo señalaba las cuestiones inquietantes que plantea. La acogida dispensada por la prensa del país publicada en español fue, al contrario, extremadamente favorable, a semejanza de los periódicos latino-americanos y españoles.

En Argentina, el libro fue objeto de una publicación distinta de la versión difundida en España y la prensa, tanto de izquierdas como de derechas, le demostró un gran interés. El periódico de izquierda Página 12 siguió con atención el avance de la investigación de Thierry Meyssan sobre el 11 de Septiembre. El diario conservador Clarín lo presentó a sus lectores como «un francés que desconfía de la Casa Blanca». En Colombia, El Tiempo terminaba un artículo con estas palabras: «Meyssan no afirma en su libro La Gran Impostura que su versión sea definitiva. Pero duda y toma un riesgo: oponerse a la orden terminante dada a la prensa por la Casa Blanca de no investigar más, a fin de no perjudicar a la “seguridad nacional”. Además, consigue hacernos dudar».

La misma configuración en España, donde las investigaciones atraen el interés tanto del diario de centro-derecha El Mundo, como del de centro-izquierda El País. El 11 de Septiembre de 2002, un año después de los ataques a Nueva York y a Washington, El Mundo abría sus páginas a Thierry Meyssan: «En todo el mundo, los aliados de los Estados Unidos se inquietan del silencio de Washington frente a estas preguntas, de sus proyectos belicosos, y más aún de la profunda crisis interior que revela esta actitud. […] La paz internacional aparece sometida a un sobresalto democrático en los Estados Unidos, a la apertura de un Pentagate. »

La Agencia Informe de Prensa Internacional (IPI), que cubre a Latinoamérica publica una larga entrevista con el autor. «Meyssan escribe con la precisión de un relojero, dice. Hechos, lugares, fechas, nombres y documentos oficiales y todo tipo de fuentes son citados. Además añade los lazos Internet para que los lectores lo puedan verificar, la mayoría referidos a instituciones oficiales».

Se observa este mismo interés de la prensa en español hacia las investigaciones de Thierry Meyssan incluso en los Estados Unidos, donde numerosos periódicos siguen sus trabajos con gran atención. En un artículo publicado simultáneamente en España por El País y en los Estados Unidos por La Tribuna Hispana, José Vidal-Beneyto recoge las cuestiones planteadas por La Gran Impostura y pide respuestas. El antiguo presidente de la Delegación Exterior de las Juntas Democráticas durante el régimen de Franco y actual presidente de la Asociación de Amigos de Le Monde-Diplomatique, insiste sobre el hecho de que estas cuestiones no pueden quedar sin respuesta.

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Author: admin

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