En este informe, describimos cómo las grandes cadenas internacionales y los medios locales hacen “desaparecer” la responsabilidad de Israel en el exterminio militar en Gaza, mediante técnicas de manipulación con el lenguaje (los títulos) y el “ocultamiento” de las víctimas y del escenario de destrucción (las imágenes).
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A partir de ahora, ud. va a mirar, leer, o escuchar las “noticias” sobre Gaza con otra “perspectiva” de análisis. Y va a entender porqué la masacre israelí en Gaza, el más inédito e impune genocidio militar de toda la historia moderna, no figura como “tragedia universal” de toda la humanidad.
Por Manuel Freytas
El lenguaje manipulador
Tras 16 días de exterminio militar israelí, y cuando los muertos palestinos ya suman 910, los heridos 3.800, incluidos 270 niños asesinados y otros 1.100 heridos, la estrategia “informativa” de las grandes cadenas internacionales controladas por capitales sionistas se centra en un objetivo prioritario: Demostrar que en Gaza no hay una masacre militar israelí, sino un “conflicto” armado entre Israel y Hamás.
Hay una categoría central y un punto de abordaje común que guía los objetivos de la manipulación mediática con la matanza israelí de palestinos en Gaza:
Demostrar que en ese territorio no hay una masacre militar cometida por Israel, sino una ”guerra” entre Hamás e Israel, nivelados en la misma capacidad de destrucción y de poder de fuego, aunque uno es una organización de guerrilla urbana y el otro es una superpotencia militar con poder nuclear.
Esto a su vez remite a una segunda categoría de lectura:
En Gaza no hay una operación sistemática de exterminio militar por aire, por mar y por tierra, de una superpotencia militar contra un pueblo indefenso, sino una guerra entre “iguales”.
Se los equipara a Israel y a Hamás en la misma capacidad de destrucción militar y se omite mencionar quién es el atacante (el invasor) y quién el atacado (el invadido).
Lo que genera una tercera categoría de lectura:
En Gaza, tanto Israel como Hamás, son culpables de la violencia y de la muerte. Tanto Israel como Hamás matan por igual y en las mismas condiciones.
Se omite (se esconde), en primer lugar, la evaluación y discriminación de las cifras oficiales de los muertos causados por Israel, bajo la clasificación genérica de ”muertos causados por el conflicto” en Gaza.
En 16 días de ataques por mar, por aire y por tierra, Israel mató a más de 900 palestinos, hirió o mutiló a más de 3.800, un 80% civiles, incluidos 270 niños asesinados y otros 1.100 heridos, según el último conteo oficial.
Cuando se difunde el total de muertos no se aclara (se esconde) que Israel con su bombardeos no sólo mató e hirió a miles de civiles sino que además destruyó la infraestructura y miles de viviendas en Gaza, creando además con el bloqueo una situación de catástrofe humanitaria que involucra a un millón y medio de personas.
Y no se precisa que Hamás, con sus ataques a las tropas invasoras y los disparos de cohetes artesanales, en proporción sólo mató a 5 civiles y 8 soldados israelíes, sin niños entre las víctimas, y sin destrucción masiva de las ciudades judías y sus infraestructuras.
Y ésta no diferenciación entre atacante y atacado, y la no discriminación de los emergentes de la destrucción (cuánto, cómo y porqué mata cada uno) conduce a una cuarta categoría cuya lectura es:
No hay que parar la masacre de Israel en Gaza, sino que hay que parar el “proceso de violencia en Gaza” generado por Israel y Hamás.
Este concepto manipulado (de “violencia de ambos lados”) es el que utilizan tanto EEUU, la Unión Europea o sus “socios árabes” para proponer un cese al fuego tapando la condición de invasor y la autoría militar de Israel en la masacre.
El emergente de la manipulación[/h3]
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Las cuatro categorías enumeradas (simultáneas e interactivas), conducen a una conclusión:
En Gaza no hay una masacre militar y un genocidio económico (por medio del bloqueo) perpetrado por el Estado de Israel, sino un ”proceso de violencia irracional” que involucra tanto a Israel como a Hamás, con responsabilidad compartida por ambas partes.
En resumen, la manipulación con el lenguaje “informativo” genera un resultante:
A) La desaparición del rol de potencia atacante e invasora de Israel en Gaza (lo que le exime al Estado judío de ser acusado y condenado por crímenes de lesa humanidad).
B) La desaparición de la superioridad abrumante de su poder militar respecto de Hamás (que hace posible que se califique como “guerra” lo que claramente es una masacre militar unilateral).
C) La desaparición de la responsabilidad y autoría de Israel en la matanza masiva de civiles, en la destrucción física de Gaza y en la condena a su pueblo a padecer hambre y desesperación por la crisis humanitaria producto del bloqueo.
IIustremos estos tres niveles con un título, del jueves pasado, de la CNN (la cadena insignia que lidera la manipulación en el “mundo hispano-americano”): “Israel desobedeció a la ONU, y continúa su guerra con Hamás. Los muertos ya ascienden a 773″.
En síntesis, los hoy 910 muertos palestinos (80% civiles) no fueron producidos por dieciséis días consecutivos de bombardeos judíos indiscriminados por aire, por mar y por tierra sobre Gaza y su población, sino por la ”guerra” entre Israel y Hamás.
Títulos de este tenor, se reproducen por millones y a diario en el resto de las otras cadenas mediáticas internacionales (televisivas y escritas), que a la vez son “copiadas” por las cadenas y medios locales en los cinco continentes, que se convierten en “repetidoras” de las grandes centrales sionistas de la “información”.
En consecuencia, y a modo de “producto final”, lo que queda en el cerebro manipulado del televidente o lector masivo (integrado) que se “informa” por la TV y los diarios del sistema es:
”En Gaza hay una guerra. Y en la guerra se mata y mueren personas, de ambos lados”.
De esta manera, las grandes cadenas y sus “repetidoras” locales a nivel planetario convirtieron al exterminio militar de Israel en Gaza (un genocidio impune y a cara descubierta, inédito en la historia de la humanidad), en una noticia “burocrática” que se repite en un título, en un texto de 20 palabras, y sin análisis ni comentarios, cada treinta minutos, y mezclada (sin ninguna valorización) con los “destacados” diarios sobre farándula, deportes y la vida de los ídolos.
Las técnicas de ocultamiento[/h3]
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A) Qué es una “cobertura especial”
Cuando sucede algún hecho trágico con muerte masiva de personas, las grandes cadenas mediáticas internacionales ponen en marcha lo que se denomina una “cobertura especial” del acontecimiento.
Esos procesos “informativos” se inician cuando suceden “actos terroristas”, catástrofes naturales, accidentes, o hechos que involucren cualquier hecho de matanza y/o muerte masiva de personas.
B) Cómo se instrumenta una “cobertura especial”
Tomemos como ejemplo paradigmático a la CNN:
LA CNN lanza un título, “catástrofe”, por ejemplo: “Atentado terrorista en Londres. Hay centenares de muertos y heridos”.
El título se acompaña de una volanta titilante en la pantalla con la palabra ¡URGENTE!, y reiteradas “presentaciones” por parte del conductor “estrella” informando sobre más detalles del suceso.
Cuando consiguen las imágenes en “vivo” (provistas por las agencias internacionales), comienzan a mostrar el escenario de la destrucción: Muertos, heridos, daños de edificios, y precisiones del hecho “en vivo y en directo” realizadas por el corresponsal ya instalado en el área, que incluyen los testimonios de los sobrevivientes, entrevistas a representantes de los organismos oficiales y organizaciones civiles que actúan en el rescate de los heridos y de los muertos.
La “cobertura especial” en vivo, con todo el escenario montado de imágenes en vivo de la destrucción y testimonios de las víctimas, dura de acuerdo a la “valorización” de la información que hagan los directivos de las cadenas (por ejemplo, el 11-S en EEUU duró más de 24 horas, y algo parecido sucedió con el 11-M en España).
La “nivelación planetaria” de estas coberturas por medio de su rebote por las cadenas y medios locales en los cinco continentes “universaliza la tragedia” haciendo vivir a las mayorías del mundo el drama a la distancia como si fuera propio. Así impusieron el “miedo al terrorismo” a escala global.
Levantada la cobertura central “en vivo y en directo”, las cadenas instrumentan “mini-coberturas en vivo y en directo” cada quince o treinta minutos, desarrollando la misma modalidad “informativa” pero en tiempo más limitado.
Durante los atentados del 11 M en España, y del 7J en Londres, los conductores “estrellas” de la CNN y de las otras grandes cadenas, permanecieron horas y horas trasmitiendo “en vivo” la catástrofe con imágenes y testimonios, que incluyeron relatos y condenas a los “autores” del atentado (léase, en este caso, el “terrorismo islámico”).
En los dos acontecimientos “terroristas” juntos los muertos no alcanzaron las 300 personas.
Como detalle sobresaliente, hay que señalar que en Gaza, donde ya murieron (por asesinato militar) más de 900 personas, la tercera parte niños y mujeres, no mereció el tratamiento de “cobertura especial” por parte de las grandes cadenas y de los medios locales que “rebotan” y difunden sus coberturas en directo.
La “desaparición” de Gaza [/h3]
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El exterminio militar israelí en Gaza, que ya lleva 16 días de bombardeos consecutivos a poblaciones civiles bajo el argumento de destruir los “búnkeres terroristas” de Hamás, no tiene tratamiento de “cobertura especial” en las grandes cadenas y en los medios locales.
Esta matanza militar de Israel en Gaza, no figura como “información principal” relevante de las grandes cadenas, sino como un “agregado informativo” en el gran paquete de la información diaria.
Si bien está en todos los segmentos de noticias, no cuenta con la relevancia y la dinámica de una cobertura con corresponsales en vivo en los diferentes teatros de los hechos, con opiniones de testigos, protagonistas de la masacre, relatando la tragedia en vivo y en directo.
Las agencias internacionales de noticias obtienen y disponen de una información completa de la masacre (parte de la cual se encuentra en sus sitios de Internet) a través de testimonios, imágenes y videos que las cadenas compran pero no difunden en sus coberturas.
Mediante el ocultamiento del escenario de masacre y del testimonio de las víctimas, además de la deformación significante de los hechos y la descontextualización del lenguaje (llamar “conflicto” a lo que en la realidad es una masacre) las cadenas alteran la comprensión de lo que está sucediendo en Gaza y reducen su impacto en la psicología del televidente masivo.
En sus titulares las cadenas y los medios locales sustituyen las palabra masacre o invasión (lo que en realidad está sucediendo) por ”conflicto”, ”enfrentamiento” o ”guerra”, quitándole a Israel su carácter de potencia agresora.
De igual forma sustituyen la palabra “asesinato” (lo que realmente está ejecutando Israel en Gaza) por ”muerte de personas”, lo que le quita el significante real al genocidio militar israelí realizado sobre poblaciones civiles desarmadas.
Por lo tanto, y a diferencia de los acontecimientos que son tratados con “cobertura especial”, la masacre militar israelí en Gaza no está mediaticamente percibida como escenario de “tragedia universal” por las grandes mayorías que desarrollan su psicología, su conducta y sus emociones a partir de lo que ven en la pantalla del televisor.
La información (en las pantallas) sobre el exterminio militar en Gaza, no supera el marco y el formato de una información o “noticia” convencional, no se la valoriza como “tragedia universal”, no tiene testimonios ni imágenes en vivo de las víctimas y de la destrucción, no tiene señalamientos claros del “autor” (como sucede con los atentados “terroristas”), no tiene presentadores comunicándose en “vivo” con los corresponsales en el terreno de los hechos, y está tratada casi sin relevancia mezclada con el resto del “paquete informativo” diario. Es más, en algunas cadenas, la información sobre Gaza va detrás de las noticias sobre deportes o acontecimientos de la farándula.
Durante los 16 días que ya lleva la masacre militar israelí en Gaza, ininterrumpida durante las 24 horas, las cadenas y los medios locales, dan carácter de “cobertura especial” a acontecimientos deportivos o a “tragedias individuales”, mientras las “noticias” sobre el genocidio de Israel en Gaza permanecen sin trascendencia -casi burocráticamente- encasilladas en el “paquete general” diario de la información.
En la Argentina, para citar un ejemplo, los canales de cable -encabezados por Todo Noticias del Grupo Clarín- que no difunden imágenes en vivo de la destrucción judía en Gaza, y que esconden sistemáticamente todo vestigio y señal de los muertos y del testimonio de las víctimas, armaron una “cobertura especial” en vivo con el Rally Dakar, que insumió decenas de horas de transmisión, con testimonios y presencia de autos y participantes.
La misma tónica “informativa” adoptó la CNN en español, que evita, también sistemáticamente, mostrar “en vivo” a los cadáveres y los testimonios de las víctimas de la masacre militar en Gaza.
El “producto final”[/h3]
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En síntesis, en Gaza, donde ya murieron más de 900 personas y los heridos ascienden a 3800 (un tercio del total, mujeres y niños), un pueblo en catástrofe humanitaria que carece de los recursos (alimentarios, sanitarios y de infraestructura) para sobrevivir, y donde ciudades enteras y la capital fueron literalmente “demolidas” por los misiles y las bombas de racimo israelíes, los jerarcas de la CNN y de las grandes cadenas decidieron (“valorizando” la información) que ese acontecimiento de muerte y tragedia no amerita una “cobertura especial”. Que, en términos del poder manipulador televisivo a escala global, equivale a decretar a Gaza como ”inexistente” en el marco valorativo de las grandes tragedias humanas producidas por exterminio militar.
¿Qué tendrá de “diferente” la sangre de los niños, mujeres y hombres palestinos que no ameritan carácter de “tragedia universal” ( o de Holocausto) para las grandes cadenas y medios de comunicación que hegemonizan lo que es y lo que no es noticia a escala global?
¿Por qué para el capitalismo sionista judío que hegemoniza (estadísticamente probado) la dirección y el paquete accionario de los grandes medios y cadenas televisivas a escala global, Gaza, Irán, Líbano, y en general todo el mundo islámico, revisten una categoría humana diferente a la de los miles de millones de “incluidos” en el sistema capitalista controlado desde EEUU y las potencias europeas centrales?.
Por ahora, nos quedamos con una verificación concreta:
Para la mayoría de los gobiernos y las sociedades del “mundo globalizado”, la masacre militar israelí en Gaza no es tal sino un conflicto entre Israel y Hamás que genera muertos y heridos. Y punto.
Gaza, sólo es un título periodístico y un conjunto de imágenes cristalizadas (detenidas) que de vez en cuando se cruzan por la retina de los televidentes “incluidos” en el mundo capitalista que las miran casi con indiferencia.
Técnicamente, el genocidio de Israel y la tragedia humana de Gaza, fueron “borrados” del programa y del sistema operativo cerebral de las grandes masas sujetas a la dinámica existencial de ”miro la televisión y luego existo”.
En consecuencia, para los que portan el microchip cerebral del sistema capitalista (masivamente incorporados como “opinión pública” mundial), Gaza no existe.
Esto explica porqué el Estado sionista y las comunidades judías del mundo pueden decir (sin que nadie rodee sus casas y sus embajadas, o boicotee y bloquee sus bancos y empresas en el planeta) que ”Israel sólo se está defendiendo del terrorismo en Gaza”.
[goodbye]apocalipsis[/goodbye]