Yo habré amado, y desde luego tú abras
amado, hicisteis que fuese escalvo de tus labios.
!Mal haya sido mi suerte! pues tu feúcho y
verdoso corazón al final de cuentas
desbordan gusanos a diestro y siniestro.
En balde tú cara de ángel y tus ojos tiernos,
tienes la magia combinada con un mortal veneno.
Ponzoña !ojala! caiga sobre tí todas las pestes
del mundo !va! y así poder al fin exclamar !caramba!
!Te pisotee el trasero!.
Fétido mostró, yase sobre tu piel tanto odio y traición,
Id pues al lugar donde salisteis pues hoy se sentó a la
mesa la cordura y me dijo, deja que se marche al fin y al cabo
solo es la muerte.