Siempre nos hemos cuestionado nuestros orígenes, nuestra razón de existir, y es por ese sentimiento de nostalgia que nos invade a todos los seres “humanos” al hacernos estas preguntas que nos damos la tarea de vivir una existencia desplayada, en búsqueda de lo que somos.
Para ser mas preciso, el origen de lo que somos, de aquello que ni las filosofías baratas ni las absurdas religiones pueden llegar a explicar, es el desarrollo personal.
Este desarrollo solo se logra a partir de la auto observación, es desde esa practica que con esmero podemos llegar a ser verdaderamente felices, verdaderamente humanos.
Para llegar a conocernos, partamos de ¿quienes somos?
no en un sentido literal, sino en el sentido irracional, aquello que nuestro “yo” no logra procesar,
mas haya de nuestro ego, de nuestra personalidad con todos sus defectos y errores;
¿quienes somos?
Es sencillo practicar esto en la vida diaria, simplemente hay que esforzarnos por comprender a los demás.
Al entender que nadie es distinto, que todos somos lo mismo;comprendiendo que las necesidades del otro son las mismas que las mías al igual que sus frustraciones y anhelos, comprendemos más sobre nuestro ser interior lo que en verdad somos, el ser humano que no puede ocultarse bajo el temor a ser enfrentado por sus miedos.
[postpic=center]133716[/postpic]
El trabajo realizado para desarrollarnos personalmente, como su nombre lo indica es personal, nadie puede acrecentar su valor personal por la sola lectura de pensamientos o libros de desarrollo.
Es la practica la que nos da el valor de la apreciación propia, al ser amables, al tener sentimientos nobles, al procurar el bien a los demás, es así como en verdad podemos proclamarnos seres humanos.
Mucho se puede leer, muchas palabras se pueden repetir un sin fin de veces, a muchos lados podemos ir en búsqueda de lo que somos, pero nada puede cambiar lo que somos.
Se puede observar a lo largo de la historia a los grandes maestros, y a sus vidas ejemplares, a las maravillas que hicieron, se pueden repetir una y otra vez los viejos adagios, de nada nos sirven esas tonterías.
Lo que debemos hacer no es mirar al dedo que apunta a la luna..debemos trascender.
Solo así nuestras vidas cobraran sentido y es así que habremos de ser iniciados en el camino del desarrollo.
P:.a T:.los S:.