El autodominio es la mayor conquista y la base de toda felicidad duradera.
Un Sadhak debe comer para satisfacer las necesidades de su cuerpo y no para atender a las exigencias de su glotonería.
La sobriedad nunca le hizo mal a nadie.
Para comprender al Divino, debemos deshacernos de todas las preferencias.
El camino de la montaña siempre tiene dos direcciones: hacia arriba y hacia abajo – todo depende de a qué le damos la espalda.
Vencer un deseo da más alegría que satisfacerlo.
Hay que querer liberarse del apego, de la avidez y de la satisfacción del paladar, y no disminuir indebidamente la cantidad ingerida ni llegar a la inanición voluntaria. Es menester alimentarse lo suficiente para mantener al cuerpo, a su energía y salud, pero sin apego ni deseo.
Mantén la paz y la tranquilidad en tu cuerpo, esto te dará la fuerza para resistir a los ataques de la enfermedad.
Todo depende de la intensidad de la fe y de la firmeza de la verdadera actitud.
Sé, por experiencia, que el sueño no se vuelve consciente disminuyendo la comida; el cuerpo se agita, pero la conciencia no se amplía. Es en un buen sueño profundo donde se puede entrar en contacto con la parte mas profunda de uno mismo.
Akhenatón Ramadham
San Salvador, El Salvador, América Central
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