Sucedió un día en la selva que todos los animales se encontraban reunidos para discutir sobre lo que un científico acababa de publicar sobre cierta teoría según la cual, el hombre desciende del mono.
Y habían sido precisamente los monos quienes convocado aquella asamblea, la cual fue abierta por el simio más viejo que indignado dijo:
– Nuestra estirpe ha sido brutalmente insultada, hermanos, pues se dice que el hombre desciende de nosotros.
* Es inaudito, dijo un enorme rinoceronte, ¿Pero como es posible que se atrevan a hacer semejante afirmación? ¿Cuándo se ha visto que una mona abandone a sus hijos por irse con otro mono? ¿Y se ha visto alguna vez a un mono que se embriague hasta perder el sentido y la vergüenza?
* Además, amigos, agregó un gorila, ¿Se ha sabido alguna vez de un mono que tome una arma y dispare con odio a un hermano por la espalda?
En ese momento el imponente león, Rey de la selva, dejó oír su tremenda voz para decir:
* Dejad que el hombre hable y sueñe con ser como vosotros, pero si os diesen a escoger entre la razón de que presume el hombre y el instinto que os acompaña, preferid seguid actuando como ahora, pues entre nosotros jamás habrá guerras ni enemigos, crímenes y engaños. Porque hermanos, el hombre efectivamente si desciende, . Pero no del mono
No se si a ti te ha hecho pensar lo mismo que a mi esta reflexión, pero analízala.
Realmente se supone que los humanos actuamos guiados por la razón, y que al contrario los animales actúan por instinto.
Como que el hecho de ser seres pensantes nos ha entorpecido, y actúan mejor los animales que nosotros.
Si vemos a los animales, jamás una hembra abandonará a sus crías, o mucho menos viéndose acorralada por algún acontecimiento va optar por practicarse un aborto.
Jamás veremos a una tropa de animales ir con armas a pelear a Irak, contra otros hermanos.
Y apenas estos son unos pequeños ejemplos, en los que los animales son superiores a los humanos, si nos ponemos a examinar más minuciosamente encontraremos muchos más.
Si vemos una colonia de Hormigas o abejas, todas trabajando en conjunto, unidas por un mismo fin, te puedo asegurar que si comparas con el mundo de los humanos jamás verás algo semejante, pues trabajamos solo para nosotros, muchas veces en nosotros reina el egoísmo y nos dejamos cegar por el.
Todos pelean por tener el poder, y no por ayudar sin esperar nada a cambio de los demás.
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