Es Frustrada Revuelta en Irán orquestada por la CIA

Los Guardianes, sólo tuvieron que calentar el motor, ni siquiera necesitaron poner la primera, les bastó con la acción psicológica disuasiva y una presencia intimidante en las calles, para dejarles -por ahora- al “comando de los cuatro” y a la prensa internacional, sin el “Tiananmen iraní”.

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Por Manuel Freytas

Las marchas masivas contra el “fraude” se convirtieron el lunes en una guerra de guerrillas callejera de grupos raleados que provocaban al aparato conjunto de los Guardianes y las fuerzas policiales.

Nada significativo, sólo algunos disparos, más heridos que muertos, y gases, muchos gases en Teherán.

El golpe “reformista” agoniza, la disuasión “terrorista” bastó para disolver la presencia masiva de las manifestaciones y dejar sin sustento operativo la “protesta popular contra el fraude”.

El lunes, los Guardianes consiguieron con pocas balas, su objetivo de mínima: Terminar con la foto en continuado de las movilizaciones masivas en Teherán.

La advertencia fue clara y por etapas:

Primero, el sábado, el gobierno iraní advirtió a EEUU, Gran Bretaña, Alemania y Francia, que no se inmiscuyeran en los asuntos internos de Irán y los acusó de estar detrás del golpe “reformista”.

Segundo, el sábado, el comandante de las fuerzas de seguridad advirtió con claridad meridiana que las movilizaciones iban a ser reprimidas con “acciones decisivas” y dureza extrema.

Tercero, el lunes, los Guardianes de la Revolución, el ejército “ideológico” del régimen iraní (las fuerzas más poderosas de la “revolución islámica”) anunciaron que iban a emprender “acciones revolucionarias” en las calles contra los golpistas.

Como “terror psicológico”, con eso les bastó para dejarle sin gente a la “revolución de los mártires” que tenían en mente Musavi y el comando “reformista” pro-USA-UE que conduce los hilos de la operación “caballo de Troya” en Irán.

A Musavi, ex ministro de la época de la guerra contra el Irak de Saddam Hussein, se le achicó el colectivo de la rebelión por encargo.

Ya no fueron centenares de miles los que salieron a las calles de Teherán el lunes, sino apenas un cifra que no superaba los dos mil, según las propias usinas reformistas por Internet. El “terror disuasivo” pudo más.

Y aunque los cronistas espontáneos del golpismo consiguieron plasmar y difundir por Internet un video con la primera mártir de la represión callejera, todavía no les alcanza para venderle al mundo la “revolución de los mártires”.

Y en las técnicas de guerra psicológica, el número pesa.

No se puede vender un “martirologio colectivo” sólo con un millar de militantes quemando tachos de basura y tirándole piedras a la policía.

El plan con el “Tiananmen iraní” venía diseñado de otra manera: Una multitud masacrada por los Guardianes a pleno día, era la imaginería que diseminaba la prensa internacional en idioma ingles, francés alemán y español.

Se olvidaron (o desconocen) que los Guardianes de la Revolución aprendieron guerra psicológica no en un curso acelerado por Internet, sino peleando y negociando con la CIA.

En 1976, con Komeini echaron a los yanquis de Irán; en la década del 80 la CIA les mandó a Saddam Hussein y una guerra con dos millones de muertos; finalmente arreglaron con Saddam, y USA se volvió a quedar sin el petróleo iraní; en el 90 negociaron con la CIA de papá Bush la Guerra del Golfo contra Irak; en el 2003 arreglaron con la CIA de Bush hijo la invasión militar a Irak; en el 2006 hicieron colgar a Saddam por el gobierno títere chií de Irak; y en el presente están nuevamente en guerra contra EEUU y las potencias sionistas que vuelven nuevamente al ataque en una “guerra por otras vías”.

Como se puede apreciar, los Guardianes acreditan demasiada experiencia (y no precisamente “democrática electoral”) para caer en la trampa que ésta vez la CIA le tendió con la estudiantina “reformista” traccionando la guerra psicológica en las calles.

Cuando se trata de defender la supervivencia, de preservar el poder estratégico, los Guardianes son tan “democráticos” como lo es el eje sionista USA-UE que exporta “democracia y elecciones limpias” mientras sus ejércitos durante las 24 horas masacran “población sobrante” por todo el planeta.

Para el islamismo revolucionario de Ahamadineyad y de los ayatolas (tanto como para sus enemigos imperiales), la democracia es un medio, no un objetivo.

El objetivo, para los Guardianes, es Dios y el Poder, plasmados en una sola entidad. La democracia es una circunstancia, Dios y el Poder son la constante. Los ayatolas aprendieron, lo que todavía no aprendieron los que confunden la democracia (el medio) con el poder (la realidad), y creen ilusoriamente que los procesos electorales definen el destino estratégico del sistema capitalista.

¿Demasiado descarnada (como dicen algunos críticos) la visión con que describimos los hechos en Irán?

Depende del lado de la trinchera que uno se sitúe: El poder engloba todas las visiones, y así como los procesos electorales sirven para dominar sin el poder militar, el poder militar sirve para controlar y dominar cuando las urnas ya no sirven para dominar.

Esto es lo que está pasando en Irán: El tiempo de las urnas y de las simulaciones “democráticas” se agotó y estalló en las calles.

En Irán hay una guerra, solo contenida por la farsa electoral que acaba de estallar y hacerse añicos junto con el quiebre mediático de las reglas de juego.

Por más que celebren nuevos comicios, por más que recuenten los votos, las urnas ya no funcionan para contener la guerra desatada entre “fundamentalistas” y “reformistas” en Irán.

En este rincón: Ahamadineyad, los ayatolas, y tres cuartas parte de la población más pobre y desamparada de Irán que anda quemando banderas de Israel y de EEUU por las calles.

En este otro rincón, Musavi y los “reformistas”, un cuarto de la población iraní, que andan quemando imágenes de Ahamadineyad y de Jamenei, preparando en las calles el escenario para que los yanquis y la banda “occidental” aterricen nuevamente en Teherán sin disparar un solo tiro.

Se trata de una guerra excluyente (la izquierda dice que es clasista) de dos grupos que representan intereses antitéticos e irreconciliables, que sólo puede tener un desenlace cuando uno termine con el otro y viceversa.

¿Qué tiene que ver el Irán antisionista y “antioccidental” de Ahmadineyad, con el Irán veladamente prosionista y “prooccidental” de los “reformistas”?

¿Que tiene que ver el Irán, profundamente islámico confesional, de las mayorías empobrecidas que votan por Ahmadineyad con el Irán de las clases altas y medias opulentas cuya religión y culto más sobresaliente es la sociedad de consumo capitalista?

En Irán hay una guerra, no electoral, sino de supervivencia (tal vez clasista como dice la izquierda), que sigue su curso y evolución (de lo simple a lo complejo) en el tiempo.

Por ahora, los Guardianes y las mayorías empobrecidas ganaron una batalla.

Pero a no sentarse sobre las bayonetas: Del otro lado, el laboratorio imperial sigue funcionando por “otras vías”.

La experiencia de campo con el golpe “reformista” le sirvió a la CIA y al resto de los servicios occidentales para monitorear y evaluar fortalezas y debilidades de los Guardianes en el manejo y el control de las protestas masivas en el marco de la guerra psicológica.

Tomado en esa perspectiva, el golpe -por ahora- abortado de los “reformistas” le sirvió a la CIA como globo de ensayo y testeo para las nuevas operaciones que se avecinan a corto plazo.

Y hay algo más que seguramente saben los Guardianes: Es muy probable que cuando los aviones de Israel y EEUU sobrevuelen el cielo de Irán, una víbora multitudinaria de “reformistas” comience a desplazarse por las calles de Teherán pidiendo la cabeza de los ayatolas.

Ese es el objetivo, y el laboratorio sionista -hasta conseguir de nuevo el petróleo iraní – no para.

[goodbye]apocalipsis[/goodbye]

 

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Author: admin

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