La Reserva Federal (Fed) anunció que pasará por encima de los alicaídos bancos para prestar directamente a las empresas estadounidenses por primera vez desde la Gran Depresión e insinuó que se avecinan nuevos recortes en las tasas de interés. Se trata de un cóctel de medicamentos innovadores y convencionales para tratar una economía cuyo pronóstico se deteriora con rapidez.
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Respaldo a empresas no financieras
La decisión histórica y potencialmente riesgosa de prestarle a las empresas no financieras, el último en una serie de pasos extraordinarios adoptados por el banco central durante el último mes, no disipó las dudas de los inversionistas sobre la viabilidad de estas medidas. Las bolsas mundiales volvieron a registrar grandes caídas el martes en medio de las preocupaciones por la salud del sistema financiero. El Promedio Industrial Dow Jones perdió 508,39 puntos, un 5,11%, para cerrar en 9.447,11 unidades. La acción de Morgan Stanley declinó 21% y la de American International Group (AIG), que ya recibe apoyo del gobierno, cedió 9,3%. Los inversionistas se siguieron abalanzando sobre los bonos del Tesoro estadounidense, considerados como la inversión más segura. El rendimiento del bono del Tesoro a diez años descendió a 3,50%.
Ben Bernanke, el presidente de la Fed, resaltó en un discurso pronunciado ante la National Association of Business Economics, que la historia demuestra que la crisis financiera “causará estragos en la economía en general, si no se controla”.
La Fed informó que otorgará préstamos de forma directa a las compañías con la intención de desbloquear el mercado de papel comercial, en esencia pagarés emitidos por bancos y empresas. Compañías que van desde la telefónica AT&T Corp. al conglomerado General Electric Co. acuden a este mercado de US$1,6 billones (millón de millones), que provee crédito de corto plazo con el que las compañías solventan sus necesidades diarias, como pagar salarios y comprar materiales.
El banco central, con el respaldo del Tesoro estadounidense, concederá préstamos directamente a las compañías en este mercado. La decisión aumenta la exposición de los contribuyentes a la crisis financiera. Muchos de estos préstamos a corto plazo no están garantizados por colateral. Aunque el banco central anunció una serie de medidas para disminuir su exposición, como exigir parte del pago por adelantado, el gobierno podría tener que asumir pérdidas si aumentan las cesaciones de pagos y estos pasos resultan insuficientes.
Recortes de tasas[/h3]
Asimismo, al sugerir nuevos recortes de tasas, la Fed parece dejar de lado los temores inflacionarios que dominaron muchas de sus discusiones internas este año, para devolver la tasa de fondos federales, que ahora se encuentra en 2%, a niveles que no se habían visto desde la recesión de 2001. Las tasas están bajando en el resto del mundo. El banco central de Australia sorprendió a los inversionistas el martes al reducir en un punto porcentual su tasa de referencia.
No se descarta la posibilidad de realizar un recorte simultáneo de tasas de interés en varios países, en particular cuando se aproximan las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial este fin de semana en Washington.
La Fed espera que las últimas medidas restauren la confianza del mercado, que casi se ha evaporado desde el colapso de Lehman Brothers Holdings Inc. a mediados de septiembre. La reducción de las tasas de interés disminuiría el costo de financiación para empresas e individuos, en momentos de fuerte presión financiera. La intervención en el mercado de deuda de corto plazo para empresas, a su vez, enviaría una señal a los fondos de inversión en los mercados monetarios de que estos instrumentos siguen siendo seguros.
Temores por inflación[/h3]
Bernanke le restó importancia a las presiones inflacionarias, señalando que los precios del petróleo y otras materias primas han caído desde sus máximos. Añadió que las expectativas de inflación se han estabilizado o aflojado.
Una nueva rebaja de las tasas de interés plantea nuevas preguntas. Las tasas ya se ubican en 2%, por lo que no tienen mucho margen antes de llegar a cero.
La última vez que la Fed recortó las tasas por debajo del 2%, tras la recesión de 2001, la medida originó un frenesí inmobiliario que desembocó en la crisis actual. Es improbable que se produzca un nuevo boom especulativo, debido a las tensiones en los mercados de crédito.
Un problema más importante es que los recortes en las tasas no surtan efecto. Las tasas de interés de Japón, por ejemplo, estuvieron cerca de cero durante más de una década sin reanimar sustancialmente el crecimiento económico.
El mercado de papel comercial abarca deuda con un plazo máximo de nueve meses. La deuda suele ser comprada por bancos o inversionistas institucionales como fondos de inversión en el mercado monetario.
La Fed recurrió a facultades que datan de la época de la Gran Depresión que le permiten prestarle a cualquiera bajo circunstancias “inusuales y urgentes”. El banco central establecerá una instancia llamada vehículo de propósito especial que comprará deuda privada a corto plazo a tres meses con las calificaciones más altas.
El mercado de papel comercial se ha contraído un 10% desde julio, para alcanzar los US$1,6 billones. Las condiciones mejoraron levemente el martes, pero los operadores dijeron que los volúmenes estuvieron por debajo de lo habitual y demoraron más en vender la deuda a los inversionistas.
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