Estas son las verdades de nuestra realidad,
esta es la respuesta a la pregunta.
Es nuestra vida, un cúmulo de sucesos sometidos al accionar de la voluntad,
la cual dicta los juicios de nuestra razón
y es por esta que cambiamos el curso de la realidad de los instantes.
La razón de nuestra existencia es respondernos a nosotros mismos ¿Quienes somos?
Esta es la madre de todas las paradojas, el comienzo de todos los paradigmas.
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Como individuos, buscamos respuesta a la pregunta más importante de nuestra existencia
guiados por el espíritu que es común a todos los seres, la consciencia eterna;
aquella por la cual todo ha sido creado tan solo con su voluntad y hacia la cual
todo conocimiento rinde su sabiduría y luz.
El plano físico de la materia nos presenta el grado presencial mas tangible de las ideas.
Todo lo que ocupa un espacio en el tiempo y todo lo que es tiempo en el espacio.
Nuestro cuerpo, dotado de la ingeniería química más perfecta,
nos proporciona la herramienta precisa para cumplir con nuestro trabajo,
tal es el razonamiento.
Es la sapiencia la luz que ilumina nuestros ojos y es por medio de ella que nuestra alma es capaz
de experimentar toda la realidad del universo en su totalidad.
Los sucesos, las emociones, los sentimientos, las ideas, los estímulos y las sensaciones son parte de la experiencia de vivir.
A medida que somos capaces de encontrar la respuesta, nuestra propia divinidad es mas latente.
La iluminación es el momento cumbre del existir,
coronando al ser que ha logrado comprender quien es,
elevando su existir a su verdadero yo.
Sin embargo para lograr esto, el ser debe cuadrar sus facultades y desarrollarse al máximo,
sin que nada lo detenga en ese proceso definitivo y sin retorno.
En la vida, no todos tenemos el mismo nivel de desarrollo, no todos poseemos el mismo grado de comprensión.
Mas todos tenemos la misma voluntad, y si nos lo proponemos a conciencia, ningún impedimento detiene a la naturaleza interior.
Estando presentes en nuestra realidad, podemos observar como algunos eligen despertar conciencia y como otros se dejan arrastrar por sus compulsiones, sin tratar de hacer nada por sí mismos.
Este patrón se ha de repetir mientras existan seres, ya que es por medio de la observación que la razón es dotada de sabiduría e iluminación.
En nuestra compleja existencia experimentamos todas las combinaciones posibles de emociones, sentimientos y deducciones,
lo que nos lleva a entender que somos, seres compuestos de varios planos existenciales.
Si deseamos trascender debemos educarnos, debemos aprender a comprender y por sobre todo,
debemos domar a nuestras voluntad,
solo así es como dejamos de cometer errores, de ser imperfectos y comenzamos a ser lo que en verdad somos.
Paz a Todos los Seres
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