Que te diagnostiquen diabetes tipo 2 puede hacer muchas cosas con tu perspectiva: tu vida, tus prioridades, tu familia e incluso con tu comida.
¿Qué se supone que tienes que hacer? Es la pregunta que muchos se hacen ante la prognosis inicial. Afortunadamente, disfrutar de los alimentos siempre es posible. La educadora en temas de diabetes, Kathy Honick, del Barnes Jewish Hospital en St. Louis sugiere que los pacientes que hayan sido recién diagnosticado con diabetes le pidan a un nutricionista les indique qué alimentos están disponibles para ellos y cuáles deben evitar.
Diabetes Tipo 2: Por Qué Debes Cuidar tu Dieta
Una dieta de bebidas azucaradas y comidas procesadas constituye una ingesta alimenticia anormal que causa el incremento y prolongación de la glucosa en la sangre después de comer. Esta condición fuerza al páncreas a producir más insulina, el factor clave responsable para que la diabetes afecte más o menos a 25.8 millones de estadounidenses de todas las edades.
Para el diabético tipo 2, el cuerpo ya no tiene suficiente insulina para mantener los niveles normales de glucosa. El cuerpo adquiere una resistencia a la insulina, por lo que le impide usar la glucosa como energía en el cuerpo. Cuando esto ocurre, los niveles de azúcar en el cuerpo se disparan causando hiperglucemia. Los síntomas frecuentes incluyen micción frecuente, fatiga y hambre. Esta afección va empeorando con el tiempo y normalmente afecta a gente con sobrepeso, aunque también sucede en gente delgada. También es común en gente de edad avanzada.
La diabetes sin tratar puede causar serias complicaciones tales como problemas en los riñones, daño nervioso, presión arterial alta y ataques al corazón. La piel desarrolla llagas e infecciones, especialmente en los pies, a veces conllevando a la amputación.
El Índice Glucémico
Los niveles de glucosa en la sangre son afectados por la clase de comida que se consume. Los alimentos que tienen mayor efecto son los carbohidratos ya que son convertidos en glucosa desde el intestino y pasan a la sangre. Todos los carbohidratos no son creados de igual manera. Algunos pueden ser digeridos en distintos niveles y producir efectos variados al aumentar los niveles de glucosa después de una comida.
Este efecto ha sido cuantificado por el índice Glucémico. Según el sitio web de la Universidad de Sídney, la comida con alto IG es aquella que es rápidamente digerida y absorbida resultando en una marcada fluctuación en los niveles de azúcar. Las comidas con bajo IG, por otro lado, son digeridas y absorbidas lentamente, produciendo un aumento gradual y despacio del azúcar en la sangre y de los niveles de insulina.
Los estudios han demostrado que una dieta de bajo IG mejora tanto la glucosa como los perfiles de lípidos en las personas con diabetes ya que la dieta además reduce los niveles de insulina y la resistencia a la insulina. Por otro lado tiene el beneficio adicional de controlar el peso ya que contribuye a controlar el apetito y retrasa el hambre.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en 1999 recomendó a la vente de los países industrializados a basar sus dietas en alimentos con bajo IG para prevenir las enfermedades como la diabetes, la obesidad y las enfermedades coronarias.
Los mejores Alimentos para el Diabético Tipo 2
La gente diagnosticada con diabetes, según la Asociación Americana de Diabetes, debe tomar pasos para controlar su azúcar en la sangre. No obstante, esto no quiere decir que su dieta sea del todo diferente al del resto de la gente. El énfasis principal está en perder peso y en alimentarse correctamente. Abajo encontrarás algunos alimentos que pueden ayudarte al control del peso y a la prevención de peligrosos repuntes en los niveles de glucosa en la sangre:
1.- Escoge carbohidratos complejos en lugar de carbohidratos simples
Mantener los niveles de azúcar estables es la prioridad número uno para los diabéticos. Ese es el por qué los carbohidratos complejos constituyen una mejor fuente de energía en comparación a los carbohidratos simples que producen alzas de azúcar en el torrente sanguíneo y causan severos problemas. Trata de evitar las bebidas endulzadas, los pasteles, los dulces o al menos trata de consumirlos en pequeñas cantidades. En lugar, escoge carbohidratos complejos como el trigo integral, el arroz integral, los frijoles, la avena, la quínoa y pasta de harina integral de trigo ya que son digeridos y absorbidos más despacio en la sangre, produciendo un nivel constante y gradual de azúcar en la sangre, en lugar de repuntes impredecibles.
2.- Incrementa el consumo de fibra
La fibra es un tipo de carbohidrato, no obstante, no es descompuesto por el cuerpo y tampoco aporta calorías. La fibra es de dos tipos: soluble e insoluble. La fibra insoluble mantiene al tracto digestivo trabajando (ej. Salvado de trigo integral) mientras que la fibra soluble puede disminuir el colesterol. El New England Journal of Medicine destacó un estudio donde los diabéticos consumían más o menos 50 gramos de fibra soluble al día. El estudio indicó que aquellos que consumían más fibra eran capaces de controlar sus niveles de glucosa en la sangre mucho mejor que aquellos que no hacían así. Un ejemplo de este tipo de fibra es la harina de avena. Además, la fibra añade peso a lo que comes, ayudando a controlar tu apetito y manteniendo las calorías a raya. Las frutas y verduras son buenas fuentes de este nutriente.
3.- No te olvides de tus proteínas
Las proteínas juegan un rol en el control del peso. Un estudio conducido en Suecia reveló que el incremento del consumo del proteína puede reducir peso más rápido que limitar el consumo de carbohidratos, además, los alimentos ricos en proteínas tienden a hacer a la gente más despierta que los alimentos ricos en azúcar o carbohidratos.
4.- Utiliza hierbas y especias para condimentar tus platillos
Usar productos naturales en lugar de aditivos alimentarios para saborizar la comida es una buena manera de incrementar el valor medicinal de tu dieta. El Journal of Nutrition and Food Science destacó un estudio donde se reveló que los fitoquímicos comunes en las especias caseras pueden en realidad mejorar la actividad de la insulina, presentando una forma más natural para tratar y prevenir la diabetes tipo 2. Ejemplos de estas especias comunes son la canela, el ajo, la albahaca y el orégano. Estas especias también se ha descubierto que disminuyen la presión arterial, incrementan la agregación plaquetaria y protegen los vasos sanguíneos, reduciendo en gran medida las enfermedades cardiovasculares asociadas con la diabetes tipo 2.
No existe un estándar predeterminado en cuanto a dieta para la diabetes. Los métodos para controlar el azúcar en la sangre son diferentes para cada persona. La hipoglucemia y la hiperglucemia son serias preocupaciones para los pacientes que reciben insulina y claramente existen varios factores a tener en cuenta. Tener una comprensión completa de tu caso de diabetes particular bajo el seguimiento de tu doctor neurópata puede servir de buena forma para controlar la aparición de los síntomas de diabetes.
Fuentes para este artículo:
http://ginews.blogspot.com/2012/03/gi-update.html
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/ency/article/000313.htm
http://www.everydayhealth.com
http://www.naturalnews.com/028681_diabetes_healthy_diet.html
http://www.glycemicindex.com/about.php
http://www.cyberdiabetes.com/
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