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Es feo descubrir las primeras arrugas, estamos de acuerdo. Pera es importante aclarar que las marcas no significan que estés vieja. En todo caso, sería bueno explicar las diferentes formas de envejecimiento que existen y que no tiene que ver con la edad.
Como decíamos, hay varios tipos de mascarillas naturales y envejecimiento: uno es el cronológico, que es natural y está vinculado al paso del tiempo. Es imparable y absolutamente natural, claro que hay personas que genéticamente se conservan mejor que otras, pero lo recomendable para este caso, es cuidarse por lo menos desde los 25 años, con una limpieza minuciosa y buenos hidratantes. Existe el fotoenvejecimiento producido por la acción del sol y la luz que se traduce en manchas, arrugas, sequedad y falta de tonicidad, y te hace parecer varios años más vieja.
El buen cuidado, en este caso, pasa por usar buenos protectores solares y respetar los horarios recomendados para exponerse al sol. También hay productos que te cuidan aunque no sea verano, con un factor de protección importante.
puro placer
Me encantan los baños de inmersión pero no sé si me conviene más uno de espuma o uno de sales, ¿qué diferencia hay?
Lo importante es el placer. En invierno, el baño de inmersión es un gusto que te podes dar especialmente antes de ir a dormir o cuando querés eliminar el estrés de la semana. Lo importante es que el agua no esté demasiado caliente no más de 37 grados, el calor del cuerpo porque te puede bajar la presión. Tampoco debe durar más de 20 minutos o media hora por la misma razón. La diferencia de las espumas o las sales va en gustos y necesidades.
Las espumas perfumadas en la mascarillas naturales por lo general contienen aceites esenciales que suavizan la piel y realmente es agradable ver esas burbujas volando por allí. El baño de sales marinas es relajante y es ideal para eliminar los dolores después de una clase fuerte de gimnasia. Otra opción es echar un poco de aceite de almendras al agua para quedar lustrosa y satinada. Lo importante es que antes de salir te des una ducha breve y tibia para que no quedes tan planchada y para limpiar bien la piel. Te damos una receta casera: mezcla medio kilo de sal marina con unas gotas de colorante vegetal el de las tortas y otras del aceite esencial que te guste. Revolvé con una cuchara de madera y echa al baño sólo tres cucharadas del preparado. Disfrútalo
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