Hubo un tiempo recién habia cortado con una chica, recién salía de la universidad recuerdo que su madre quien era alguien que odiaba a los hombres me dió el siguiente sabio consejo: “nunca lograrás nada”. Mi ex novia lo parafraseó de la siguiente manera: “no tendrás éxito, vas a fracasar recién hayas salido y terminarás trabajando de secretario por el resto de tu vida”.
Con algunas personas no hay nada que las haga más determinadas a triunfar en la vida como que alguien les diga las cosas que mencioné arriba. Con esa determinación para probarles su error, trabajé horas extras, estaba realizando un postgrado universitario. Me olvidé de las mujeres por el primer semestre para asegurarme de salir bien con todo lo que me había propuesto.
Al final mientras me esforzaba por salir bien y mantenerme lejos de las chicas, ellas en cambio pasaban todo el tiempo tocando a mi puerta.
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Claro, en ese tiempo, yo no entendía muy bien lo que estaba pasando — realmente me molestaba que no podía estar tranquilo. “Era tan solo mi suerte”, además pensaba “cuando sea que quiero tener una chica no consigo ninguna y ahora que las quiero lejos las tengo todas tocando mi puerta”.
Notaba que algo similar me pasaba durante mi relación de largo plazo. También tu lo habrás notado. Cuando tu estas soltero, no hay ninguna chica a la vista. Cuando tienes novia todas las chicas se te acercan. Claro, yo culpaba de esto a mi suerte…¿Por que el destino obraba en mi contra?
Unas cuantas clases de sicología después descubriría que los seres humanos pensamos que las cosas son más valiosas si son difíciles de obtener. Ponemos más valor en joyas y diamantes, las cuales no son necesidades esenciales a satisfacer pero sin son difíciles de obtener, aún así no le damos el mismo valor al agua, la cual es necesaria para sobrevivir pero como abunda, es fácil de adquirir y es gratis…nadie le da su valor.
Cuando siempre andaba por ahí y era fácil de abordar, mi valor como el premio estaba por los suelos y en consecuencia no atraía ni a una mosca. Pero una vez me hice dificil de conseguir, porque pasaba ocupado en otras cosas, las chicas sabían que no estaba tras de ellas y para lograr conseguirme ellas tendrían que luchar por ganar mi atención. Yo tenía otras cosas más interesantes pasando en mi vida y en las cuales ocupaba mi tiempo, como resultado las chicas querían ser parte de mi vida y de mi mundo.
Yo les decía a ellas, “Hey, realmente no me quiero complicar la vida por ahora”. Pensé que eso haría que se alejaran de mi. Pero simplemente las enloquecía.
Entre más distancia trataba yo de imponer entre ellas y yo. Más se esforzaban ellas por acortar las distancias. Comencé a darme cuenta que algunas veces, la clave para conseguir mujeres es realmente dedicarse a hacer otras cosas. Entonces, ellas tratarán de cualquier manera de tocar a tu puerta para estar contigo.
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