La mayoría de nosotros somos conscientes de la importancia de los ácidos grasos esenciales para nuestro bienestar y salud en general. Lo que no es muy discutido, no obstante, es la relación entre los ácidos grasos esenciales y el sol.
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No tengas miedo al sol[/h3]
Parece que mucha gente está preocupada con protegerse de cualquier exposición al sol, tanto así que se están perdiendo los beneficios importantes de la luz solar. El Dr. Robert S. Stern, jefe del Departamento de Dermatología en Harvard Affiliated Beth Israel Deaconess Medical Center, les llama “solarfóbicos”. Seamos claros, una exposición exagerada al sol está asociada con el cáncer de la piel y el envejecimiento prematuro de la piel. La clave está en encontrar el balance.
La falta de exposición solar y las deficiencias de Vitamina D van de la mano[/h3]
La exposición solar es la única forma confiable de generar vitamina D en el cuerpo. Existe evidencia clara de que las deficiencias de vitamina D están asociadas con un aumento de la presencia de varios tipos de cáncer. La vitamina D es uno de los químicos más poderosos en nuestro cuerpo, de modo que alejarte por completo de la exposición al sol nada más garantizará que no obtengas suficiente vitamina.
Mike Adams escribe: “La Vitamina D previene la osteoporosis, la depresión, el cáncer de próstata, el cáncer de seno e incluso tiene efectos benéficos en personas con diabetes y obesidad. La vitamina D es tal vez el nutriente menos valorado en el mundo de la nutrición”.
La Vitamina D no es la única razón por la necesitas la luz del sol[/h3]
Mucha gente está consciente de la conexión entre la vitamina D y el sol; no obstante, lo que mucha gente no conocer es que los beneficios de los ácidos grasos esenciales y la luz solar van de la mano. La Dra. Johana Budwig, nominada siete veces al Premio Nobel y pionera en la investigación de los Ácidos Grasos Esenciales, dice que los rayos de sol están bastante en armonía con los humanos.
Budwig reportó resultados positivos al curar enfermedades del corazón, artritis, cáncer y otras enfermedades comunes con dosis masivas de ácidos grasos esenciales. Budwig creyó en la conexión entre el sol y los ácidos grasos esenciales con tanta vehemencia que hizo que sus pacientes se recostaran a recibir baños de sol luego de consumir grandes dosis de ácidos grasos esenciales. No sorprendió que los pacientes reportarán después sentirse rejuvenecidos.
¿Cómo funciona esto?[/h3]
Los ácidos grasos esenciales son aceites ricos en electrones que son compatibles con los rayos solares. “Los aceites no saturados ricos en electrones aumentan la absorción, almacenamiento y utilización de la energía del sol”. La Dra. Budwig explica. Es más, aquellos que carecen de ácidos grasos esenciales no experimentan los mismos beneficios de la exposición solar.
Notamos durante el experimento que algunos manifestaron estrés y menos energía de la exposición a la energía del sol, en tanto otros respondieron con mejoría dinámica en todas las funciones vitales. Existen pruebas fehacientes para creer que la diferencia entre estos individuos es el consumo de ácidos grasos esenciales.