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Los elevados precios de MS Office, la mejora de OpenOffice y la popularización de soluciones on-line como Google Docs o Zoho están cambiando el panorama ofimático en el mundo PC
Durante muchos años la suite MS Office con su Word, Excel o PowerPoint, entre otras aplicaciones, ha sido la aplicación estrella de cualquier PC y un estándar de facto en el mercado residencial y profesional. Hasta ahora un ordenador sin Office estaba realmente limitado, hasta el punto de que muchos usuarios de escasos conocimientos aún piensan que forma parte del propio Windows. Es decir, no conciben que al comprar un nuevo PC la suite no venga incluida en versión completa como un programa más del sistema operativo.
Sin embargo, las cosas están cambiando. De entrada, y sin tener en cuenta las versiones específicas para estudiantes (99 euros), los precios de Office 2007 son realmente elevados: 569 euros para la versión estándar. Es un handicap importante en tiempos como los actuales, donde los recortes de presupuesto son una necesidad.
Además, por qué negarlo, una de las vías tradicionales de popularización de Office han sido las millones de copias piratas instaladas por todo el mundo. Y la versión 2007, y su activación on-line, resulta algo más compleja de copiar indiscriminadamente, sobre todo para usuarios con menos conocimientos.
Office 2007, ¿revolución o involución?
Centrándonos en las funciones propiamente dichas, Office 2007 ha sido una suite muy polémica, sobre todo entre los usuarios de Office más veteranos. Nos referimos a la nueva interfaz ribbon, que teóricamente debería hacer las cosas más fáciles, y a la utilización del nuevo formato Office Open XML para los documentos, que ahora tienen extensiones del tipo DOCX, XLSX o PPTX. Esto último con el objetivo de utilizar un estándar supuestamente abierto, que debería de poder utilizarse sin problemas por otras aplicaciones.
No obstante, para el usuario de toda la vida de Office los cambios han supuesto, por una parte, algunos problemas de adaptación, buscando esas opciones que antes tenía perfectamente localizadas. Por otra, porque se ha de tener presente que los usuarios que aún no utilicen Office 2007 no siempre podrán abrir los nuevos documentos a pesar de conversores y parches varios lanzados por Microsoft. Al final, la mejor garantía de compatibilidad es optar por el Guardar como? y elegir el formato antiguo, lo que no deja de ser una gran molestia.
El resultado es que, en la práctica, son muchos los usuarios que incluso han preferido volver a su Office 2003 de siempre para poder seguir trabajando sin rodeos ni pérdida de tiempo. De paso, muchos han pasado un shock similar al de Windows Vista, cuando los usuarios descontentos optaron por explorar otras alternativas en el mundo Apple o Linux. La diferencia es que, aquí, la mayoría de estas personas han echado un ojo a OpenOffice, la alternativa libre y gratuita disponible para Windows, Linux o Mac OS entre otras plataformas.
OpenOffice, la alternativa
La revisión 3.0 de la suite ofimática de código abierto por excelencia, OpenOffice (www.openoffice.org), fue lanzada a finales de 2008 con un salto cualitativo asombroso por funciones y compatibilidad. La interfaz recuerda mucho al clásico Office 2003, es capaz de generar de manera nativa archivos PDF, permite manejar un mismo fichero en red por parte de múltiples clientes de manera simultánea, y además ofrece soporte para los archivos Office Open XML de MS Office.
Ahora bien, OpenOffice tampoco es la panacea. En el último apartado os hablamos de los resultados de nuestras pruebas frente a Office 2007, tanto a nivel de compatibilidad de formato como en lo tocante a consumo de recursos. De hecho, MS Office 2007 es la versión más pesada lanzada hasta la fecha y, aun así, se muestra más ligera que OpenOffice en las aplicaciones más utilizadas: el procesador de textos y la hoja de cálculo.
Además, mientras que OpenOffice incluye las tres grandes (procesador de texto, hoja de cálculo y presentaciones) junto a un programa de edición y diseño similar a Publisher y otro de bases de datos, el famoso Outlook no encuentra un equivalente similar en el mundo del software libre para Windows.
Estos detalles son los que en parte hacen que, a pesar de tratarse de una solución 100% gratuita y repleta de buenas funciones, no haya terminado de cuajar entre el segmento profesional, el que realmente sería capaz de dar un vuelco a la situación de predominio de Office. Y eso que StarOffice, la versión comercial de OpenOffice, esta respaldada por una empresa de la talla de Sun Microsystems.
Office 2003 y OOXML
Aunque es probable que muchos ya lo sepan, Microsoft ofrece a los usuarios de Office 2003 un parche con el que supuestamente pueden abrir los documentos guardados con el nuevo formato Office Open XML (.docx, .xlsx y .pptx). Se trata del pack de compatibilidad, descargable de forma gratuita desde www.microsoft.com/downloads/details.aspx?displaylang=es&FamilyID=941b3470-3ae9-4aee-8f43-c6bb74cd1466.[/i/]
El problema es que, aunque ofrece un cierto nivel de efectividad, existen infinidad de documentos que por una razón u otra son imposibles de abrir con Office 2003, a pesar del pack de compatibilidad. Otras alternativas pasan por conversores que podemos encontrar en la Web (también bastante ineficaces) o los visores de Office 2007 que ofrece Microsoft de forma gratuita: Word (www.microsoft.com/downloads/details.aspx?FamilyID=3657ce88-7cfa-457a-9aec-f4f827f20cac&DisplayLang=es), Excel (www.microsoft.com/downloads/details.aspx?FamilyID=1cd6acf9-ce06-4e1c-8dcf-f33f669dbc3a&DisplayLang=es) o PowerPoint (www.microsoft.com/downloads/de tails.aspx?FamilyID=048dc840-14e1-467d-8dca-19d2a8fd7485&DisplayLang=es). Con ellos, no podremos modificar los documentos, en cambio, al menos sí tendremos la oportunidad de abrirlos e imprimirlos.
OpenOffice: compatibilidad y consumo de recursos
A pesar de las muchas diferencias entre ellos, aunque sólo sea por coste, las comparaciones entre MS Office 2007 y OpenOffice 3.0 son inevitables. No nos centraremos en funcionalidades, pues para un usuario medio ambas suites ofrecen más o menos lo mínimamente imprescindible. Sí lo haremos en compatiblidad de formatos y consumo de recursos.
Durante nuestras pruebas pudimos abrir sin problemas documentos de Word (DOCX), mostrando el texto y formatos aunque perdiendo imágenes incrustadas, o documentos con diseños más complejos que incluían elementos gráficos. En el caso de Calc, la hoja de cálculo de OpenOffice, obtuvimos mejores resultados: los anchos de columna, fórmulas y formatos de formularios tan complejos como el de una factura fueron mostrados sin problemas en pantalla. Eso sí, los gráficos, de nuevo fallaron.
Los documentos de PowerPoint no salieron tan mal parados. El programa Impress logró resultados bastante razonables, aunque ciertas presentaciones complejas, acusaron la pérdida de elementos gráficos y ubicación incorrecta de algunos elementos.
Respecto a las prestaciones, OpenOffice es por lo general más lento abriéndose que cualquier aplicación equivalente de MS Office, aunque solo sean diferencias de segundos. Ahora bien, donde se aprecian mayores distancias es en el consumo de memoria: un mismo documento abierto en Word 2007 consumía unos 23 Mbytes de RAM, mientras que con Writer 3.0 la cifra superaba los 39 Mbytes. Unas diferencias que pudimos comprobar con distintos archivos. En el caso de Excel 2007 más de lo mismo: 20 Mbytes de RAM para un mismo documento, que con Calc requería 32 Mbytes de memoria.
OpenOffice por tanto, y aunque no lo parezca, requiere más memoria para hacer las tareas más básicas. Esto debido, probablemente, a que está desarrollado sobre el entorno multiplataforma Java, cuya optimización para cada plataforma es muy diversa.
fuente:
http://www.pc-actual.com/actualidad/noticia/2009/04/28/Suites-ofimaticas-Ha-llegado-el-fin-del-reinado-de-Office