Dormir mientras dura la noche o inclusive tomar una descanso en un avión puede mostrarse temerario. Pero con la planificación apropiada, una siestecita apacible es factible para casi cualquiera. Así que vamos a explorar algunos avisos favorables.
Guarda tu asiento con antelación. Los puestos en las ventanales te brindan una pared contra la cual respaldarte y tu vecino no tendrá que alterarte cuando sea que precise salir al lavabo.
Adquiere y mete en tu valija de mano lo siguiente: una almohada para paseos y una máscara para cubrir los ojos, tapones para los oídos, ropa agradable, chinelas y agua embotellada.
Confirma que tu cuerpo esté abatido para el trayecto: Antes de salir, elude descansar, hacer siesta o beber café, además trata de hacer algo de deporte físico.
Hazte de una almohada y una sabanilla tan rápido como subas al aeronave. Recuerda, tu lugar está apartado, pero las sábanas no.
Revisa la cabina para tantear mejores asientos una vez el avión haya alzado vuelo. Una cola de lugares libres con apoyabrazos apartable es la mejor selección para descansar en un aeroplano aparte de la primera clase.
Adecua el puesto para mayor comodidad. Si no logras hacerlo para atrás lo suficiente, trata de acomodar una cabecera o sábana detrás de tu espalda baja para hacer apoyarte más.
Pregunta a qué hora será suministrada la alimentacion en el aeroplano. Dormitar es factible con un abdomen atiborrado.
Dile a tu vecino que piensas reposar. El objetivo es doble: Te dejará en paz y hará que no te incomoden las camareras mientras descansas.
La mayoría de locales para pasajeros cuentan con diversidad de cojines creadas para reposar en ubicación erguida. Los pasajeros de clase económica halla las almohadones de vinil inflable en forma de U satisfactorias y compactas; una almohada llena de alforfón es una selección de alta gama.
Averigua con tu doctor antes de consumir cualquier variedad de relajante.
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