De cuando en cuando hay en el mundo cosas tan puras, como el beso en la boca, besos temblorosos lentos y muy frágiles húmedos llenos de misterios y miedos.
Yase dentro del pecho una especie de bomba que, comprimiéndose y dilatándose le llaman corazón.
Que al final no se reconoce si es tu aliado o tu peor enemigo, ha corazón cuantas veces has conocido la soledad y la alegría como matrimonio inmortal que nunca nos abandonan en la hora más oscura del silencio.
Latidos que nos hace sentir vivos o muertos depende da la suerte que al final nos aya parido la ocasión, piernas temblorosas y vos entre cortada hemosiones sin frenos, sin tiempo, sin nombre sin ninguna suerte.